34: Epílogo

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beep, beep, beep, beeeeeeeeeep

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...beep, beep, beep, beeeeeeeeeep...

El pitido continuo del monitor cardíaco me hizo cerrar los ojos fuertemente, sintiendo las lágrimas escapar de mis ojos sin reparo. Abracé fuerte su cuerpo inerte escuchando mis propios sollozos como si fueran de alguien más, como si no fuera yo la única persona viva en aquella impoluta habitación.

Jungkook había muerto.

Una especie de presión extraña en mi pecho me hizo gritar, pero mis oídos no captaban los propios sonidos que salían de mi boca. Nadie vendría, ningún médico entraría corriendo por esa puerta para intentar revivirlo porque ese era su deseo. La orden de NR* estaba allí registrada, nadie haría ni el mínimo intento de traerlo de vuelta; y eso solo me hizo caer de golpe en una realidad que estaba evitando pensar desde que desperté, una realidad en la que no iba a ser capaz de estar a su lado y formar una familia.

Una realidad en la que mi hijo crecería sin su padre.

Su cuerpo todavía estaba cálido, parecía que solo dormía tranquilamente...pero sabía que ya no volvería a abrir sus bonitos ojos estrellados. Lo abracé durante tanto tiempo que llegó el momento en que sentí mi cuerpo entumecerse. Acaricié su cabello, su rostro, sus labios, retratando de forma automática sus facciones tan etéreas en mi mente.

Entre hipidos me levanté y salí de aquella blanca habitación de hospital, sintiendo mi corazón desecho en millones de pedazos, y está más que claro que jamás volvería a ser lo que un día fue.

Jin, Taehyung, Yoongi, Namjoon y los padres de Jungkook me miraron expectantes, ninguno sabía que ya Jeon Jungkook no estaba entre nosotros, pero por sus rostros podía decir que imaginaban ya lo que inevitablemente, iba a suceder en cualquier momento.

—Él... —apenas y podía hablar, el nudo en mi garganta se hacía cada vez más enorme con cada segundo que pasaba y me impedía hasta respirar correctamente—, murió.

Mi espalda rodó por la pared hasta llegar al suelo, abracé mis piernas con el llanto envolviéndolo todo a mi alrrededor. Las lágrimas no me permitían observar correctamente, pero pude ver a todos abrazándose y llorando, brindándose consuelo unos a otros...y yo, yo ya no tenía quien me abrazara y me susurrara al oído que todo estaría bien.

¿Cómo se vive después de perder a la persona qué más amas en este mundo?

Esa era una pregunta que repetía en mi mente una y otra vez, pero sin hallar una respuesta clara y concisa.

Me enseñaste a amar, a entregar todo de mí por la persona que amo, pero no me enseñaste como dejar de lado todos esos lindos recuerdos que ahora solo me traen dolor ¿Qué hago? Estoy tan perdido, Jungkookie.

¿Por qué tuviste qué irte? No lo entiendo aún.

Y en ese momento, por más extraño que suene, una carga de adrenalina me hizo ponerme de pie. Mis piernas me pedían correr lejos, muy lejos de aquí, donde descansaba el cuerpo inmóvil de la persona que desde hace tres meses ha estado a mi lado, amándome, y dándome todo de sí.

10 Wishes - Kookmin #BNAWDonde viven las historias. Descúbrelo ahora