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Pov Yerim

Gracias a la intervención de Jennie habíamos logrado que Jisoo y Myoui se abrieran un poco, por lo menos ya no se negaban a hablar con nosotras, ni a salir de la habitación a tomar aire en los balcones y patios del hospital, e incluso habían accedido a hablar con el psicólogo del lugar. Poco a poco estaban comenzado a retomar la normalidad. Observaba por la ventana como Myoui hablaba con el doctor y su familia, probablemente sobre su ojo, escuché que a pesar de que había posibilidades de ponerle un ojo de vidrio ella se negaba a hacerlo por el momento.

-Doctora Choe- una voz familiar me hizo sobresaltar- ¿podría hablar unos minutos con usted?- sonreí ante la persona que me hablaba, era divertido verla siendo formal.

-Por supuesto- me devolvió la sonrisa ampliamente- la sigo.

Me condujo por los pasillos hasta una habitación que suelen usar los doctores y enfermeras para descansar dentro del hospital, cerró con llave a su espalda y levanté una ceja.

-Doctora Choe- se acercó a mi- no quiero presionarla, pero usted me prometió que cuando sus amigas estuvieran a salvo tendría cierta conversación conmigo- sonreí nerviosa, pues me acorraló contra un armario que se encontraba en la habitación.

-Seulgi...- suspiré, la idiota no se había dado cuenta- ¿qué es exactamente lo que quieres oír?- abrió la boca para decir algo pero la detuve tapándola con mi mano- ¿que me gustas?, ¿que quiero volverlo a intentar?, ¿que te perdono por ser una maldita posesiva?- me miró sorprendida- pues si- ladeo la cabeza confundida- me gustas, quiero que lo volvamos a intentar y te perdono por ser una maldita posesiva, pero, necesito saber que has cambiado, porque si no- agarró mi mano por la muñeca y la apartó de su boca, luego me besó tiernamente.

-He cambiado- me dio un beso en la nariz haciendo que la arrugara y me sonrojara- y seguiré cambiando solo para asegurarme que sigas a mi lado- aparté mi mirada avergonzada y carraspee.

-Bueno, supongo que no tenemos nada más de que hablar- me iba a ir pero ella me detuvo.

-Tal vez, siga siendo un poco posesiva- levanté las dos cejas- porque te quiero en este momento solo para mi- mi cara explotó, ella me miraba con algo de súplica. Cerré los ojos y asentí.


Pov Jennie

-Vas a estar bien, respira- Jisoo se encontraba hiperventilando mientras caminaba por toda la habitación.

-No estoy lista, no puedo- me acerqué a ella con una sonrisa y la hice detener- tengo miedo- no pude evitar reír, logrando que ella me mirara molesta.

-Son mis padres por todos los cielos, ya te dije que mi relación con ellos mejoró considerablemente, además ellos ayudaron mucho con lo de encontrarte...- inspiró aire y lo dejó salir lentamente.

-¿Y si me odian?- se agarró la cabeza- ¿y si son peor que tu cuando entraste a la academia?- bromeó, ganándose un golpe de mi parte, en ese momento la puerta se abrió y mi madre entró riendo, mi padre por otro lado intentaba ocultar su sonrisa.

-No creo que podamos llegar a ser así de endemoniados- comentó mi madre.

-Pero podríamos intentarlo- completó mi padre, Jisoo se sonrojó inmediatamente y yo me ahogué con mi saliva, no podía creer que hubieran escuchado eso. Pero aún más importante.

-¿A quién llaman endemoniada?- reclamé- soy un alma de Dios- todos en la habitación rieron y yo refunfuñé molesta.

-Por cierto- ahora se dirigieron a mi novia, quien se paralizó bajo la mirada atenta de mi madre- soy Im Se-ryeong, un placer por fin conocerte- le tendió la mano y Jisoo la estrechó apresuradamente, me mordí el labio, se veía adorable estando así de nerviosa.

𝐌𝐢 𝐒𝐚𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐨〃𝐉𝐞𝐧𝐬𝐨𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora