𝐌𝐢 𝐒𝐚𝐫𝐠𝐞𝐧𝐭𝐨〃𝐉𝐞𝐧𝐬𝐨𝐨

¸ғɪɴᴀʟ.☇

2 Años después

Pov Mina

-Esquiva más rápido- grité decepcionada- ¿es todo lo que puedes dar, Soldado Lee?

-Lo lamento Sargento Myoui- Chaeryeong se levantó- todavía puedo seguir- sonreí. A pesar de mi lesión, el poder conseguir un título de Sargento era uno de mis más grandes honores, aunque no podía ejercer en todo como tal, aun seguía siendo de las mejores cosas que había conseguido. Era aún mucho más significativo porque casi todas las del pelotón 9 habíamos conseguido un Rango de Sargento o superior en estos años.

-Muy bien, Cabo Hwang, espero no se contenga sólo porque es su amiga- atacaron de nuevo. En ese momento Jeongyeon ingresó al gimnasio.

-Instructora de combate y Sargento Myoui- bromeó, ya que siempre que me decía instructora de combate yo le recordaba que también era un Sargento- ¿no crees que estás siendo muy dura con ellas?

-Sargento Yoo, yo decido cómo entrenar a mi escuadrón- gruñí y ella solo sonrió.

-Sabes que hoy es el día, ¿verdad?- la miré curiosa y ella se golpeó la frente- ¿acaso ese ojo de vidrio te volvió más tonta?- le saqué la lengua mientras sonreía, me gustaba que hiciera bromas sobre mi ojo, aunque al principio era incómodo ahora parecía más segura haciéndolas- Jennie... lo que nos pidió hoy, ¿no lo recuerdas?- abrí mucho los ojos y ella suspiró resignada- iré a recordarle a Lisa y Sana, tú encárgate de las otras- asentí.

Pov Jennie

Caminaba por los pasillos de mi universidad, acababa de salir de mi última clase, composición. Retomar la universidad al principio había sido algo duro, debido a mi antigua mala reputación, pero en solo dos años había logrado convertirme en una de las estudiantes más prometedoras, varias de mis canciones habían sido utilizadas por grandes artistas, logrando que desde ya tuviera cierto reconocimiento en la industria.

Mi teléfono sonó, a penas vi quien era contesté con una enorme sonrisa- Hola amor.

-Hola Jendeukie- me sonrojé- ¿dónde estás?

-Voy saliendo de la universidad, ¿por?

-Ah, ya te vi- colgó y comencé a mirar para todos lados. Por fin la encontré, se encontraba con el uniforme militar y caminaba con paso seguro hacia mí, me quedé sin aliento, era sorprendente lo bien que le quedaba ese maldito uniforme, ahora se veía diez veces más atractiva. Lo evidenciaba el hecho de que tanto hombres como mujeres se quedaran como imbéciles viéndola cuando pasaba por su lado.

-¿Se puede saber que estás haciendo aquí, Teniente Kim?- me respondió con un beso que me debilitó por completo las piernas, rodeó mi cintura con sus brazos evitando que me desplomara en el suelo.

-Feliz aniversario- me sonrió ampliamente- como Teniente tengo ciertos privilegios, como salir temprano del trabajo para poder hacerle el amor a mi novia como se lo merece- me sonrojé a la vez que mis piernas cedían casi del todo, no podía resistirme a ella y más cuando se ponía así.

-Feliz aniversario- hoy cumplíamos dos años desde que nos habíamos hecho novias y tenía un evento especial planeado, pero estaba segura de que si me metía en la cama con ella era probable que no saliéramos hoy- cielo, hoy tenía una pequeña cena preparada...- me calló con otro beso, mientras me cargaba a lo princesa hacia su auto.

-Yo prefiero irme directo al postre- Mierda.

Al llegar a nuestro apartamento no dejaba de besarme durante todo el recorrido, una vez entramos a la habitación me arrojó a la cama mientras se quitaba su uniforme, estoy perdida. Una vez en ropa interior procedió a quitarme la mía dejándome completamente desnuda, cuando atacó mi cuello supe que ya no había vuelta atrás. Sus manos recorrían maliciosamente todo mi cuerpo pero sin tocarme realmente, me retorcía intentando que sus manos hicieran contacto en mi piel.