Capitulo 5: No Tenias Por Que Irte

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Pov camila

se me cortó la respiración al ver su rostro.

¿Que haces caminando por acá con esta lluvia? Pasa. Francamente no debería hacerlo, pero no quería arriesgarme a que me de una pulmonía, así que accedí a su propuesta, entré con ella a la parte de atrás y le dio la indicación al taxistas que continuará. Estas temblando. Comentó lauren. Sácate eso te daré mi chaqueta. Asentí como pude y retiré mi camisa del cuerpo quedando solo en sujetador, la chica de ojos verdes me extendió su prenda y me la puse rápidamente, mis fosas nasales percibieron ese olor, su olor, era el mismo, no me dejaba pensar bien, cerré los ojos dejándome llevar por el aroma un segundo

Gracias. Fue su turno de asentir, nos quedamos mirándonos en silencio, esto era muy incómodo. Tú... Tú tienes un poco el acento británico. Dije bajando la mirada ella rió bajito.

Si creo que se me ha pegado.

Me alegra que hayas podido ir. Solté sin mas y me arrepentí porque mi mente viajó a ese preciso momento en el que juramos ir juntas, me sentí dolida y avergonzada.

Si yo... Volvimos a conectar las miradas por no se cuanto tiempo. Camila. Susurró, cuando menos lo pensé ella estaba acercándose a mis labios ¿que? Esto está mal, pero no voy a negar que lo necesito, me encargué de desaparecer la poca distancia que había entre ambas, fue un beso tan increíble, ignorando si signicaba algo, si había amor o no, simplemente ella nunca me había besado así antes. Disculpame. Dijo separándose de golpe. Yo no quise hacer eso yo...

Bésame otra vez. Pedí en un susurro con los ojos cerrados. Ella me obedeció sin dudarlo, y nuestros labios se sellaron en un beso necesitado y nostálgico, unos minutos después nos separamos e hicimos como si nada pasó.

Hemos llegado. Anunció el taxista.

Gracias. Ambas bajamos. Esperame ¿bien? Sacaré el auto y te llevaré a... Pensó que podía decie.

Mi hotel. Asintió, me paré debajo de algo que me protegía de la lluvia, a los pocos minutos lauren había salido de el estacionamiento del hotel con un auto.

Sube ¿La direccion?. Se la di. Y bien ¿te dedicaras a la música después de todo? Preguntó sin desviar la mirada del camino.

Sí, he firmando un contrato ya. Ella abrió los ojos.

¿En serio? Asentí.

¿Y tú?

Planeo hacer lo mismo pero no en esa disquera.

¿Por qué?

Me dijeron que solo podría cantar ciertas canciones ya que a mi voz no encaja con otros géneros. Rodó los ojos. Yo no voy a trabajar con alguien que me limite.

Entiendo... Sentí como se tensó al entrar en una calle principal. ¿Pasa algo? Ella sonrió.

No solo, aún no estoy tan acostumbrada a conducir mucho y esta calle es muy transcurrida.

Ohh si, no te gusta eso. Una hora mas tarde ya  habíamos llegado al hotel, a este punto la lluvia se había salido completamente de control, había truenos y relámpagos en el cielo.

Cuando Nadie Ve ll Donde viven las historias. Descúbrelo ahora