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Era la mañana del domingo, Joaquín había despertado en una cama que no era la suya.

Miró a su lado y miró a Nikolás, quién al otro lado tenía a Eduardo al que casi lo estaba abrazando. Entonces los recuerdos de la noche anterior vinieron a su cabeza.

Como habían ido a la casa del otro alfa, habían compartido besos entre los tres y habían tenido muy buen sexo.

Recordó cómo fué penetrado por Eduardo mientras él se ocupaba de atender a Nikolás, había sido una noche que definitivamente había disfrutado, el buen sexo siempre era algo para disfrutar.

Pero ahora mismo se sentía raro, no sentía que encajaba.

Nikolás y Eduardo estaban abrazados, parecían una pareja y a pesar de que ayer lo hicieron sentir sumamente cómodos, ahora se sentía extraño.

Trató de salir de la cama al baño de la habitación, trayendo su celular consigo y agradeciendo que estaba en ropa interior. Afortunadamente no había despertado a nadie.

Miró su ropa y la de los dos chicos completamente tirada en el suelo, pero avanzó hacía el baño sin detenerse a recogerla.

Cuándo se encerró pudo ver la cantidad de mensajes que había recibido.

Joaquín precioso:

- Heyyyyyy

- Te ví besándote con ese omega.

- Cuenta chisme

- A DÓNDE VAS JOAQUINNNNNN

- TE FUISTE CON LOS DOS?-?/?/?/?

- GOLOSO

- HEY HEY HEY

- DIOS DEBES CONTARME MAÑANA LOS DETALLES SUCIOS

- AY VAS A TENER UN TRIO VDD

- ME VOY A LLEVAR TU AUTO, MAÑANA TE LO VOY A DEJAR.

Joaquín estaba luchando por no reír ante los mensajes de su mejor amiga y estaba a punto de contestarle si no fuera por los que estaban justo abajo de éstos.

Emilio:

- ¿Ahora no te es suficiente con uno?

- ¿Ó es que ese alfa no te puede complacer por sí sólo?

- Recuerdo no haber necesitado ayuda para hacerte correr en múltiples ocasiones.

Ahora sus mejillas estaban rojas y su mente confundida.

¿Con qué finalidad Emilio había dicho eso?

Joaquín no quería comerse la cabeza de nuevo, no. Pero era inevitable cuándo un sólo mensaje del alfa rizado lograba remover su interior y ocupar cada pedazo de su mente. Era frustrante.

Decidió simplemente mandarle un mensaje a Leidy con su ubicación pidiéndole que viniera por él lo antes posible antes de suspender la pantalla del celular. Además, hizo sus necesidades y lavó su cara antes de volver a la habitación.

Nikolás estaba de pié ahí, al verlo éste le sonrió.

— Buenos días Joaquín.

— Buenos días, estaba a punto de irme. — Se apresuró en decir, tomando su ropa de una silla que estaba ahí, al parecer Nikolás la había doblado.

— Oh, pensé que te quedarías a desayunar. — Dijo el omega.

— No quiero abusar, ya es suficiente con que me dejaran quedarme. — Dijo amablemente mientras se ponía su ropa.

Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora