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Joaquín había estado faltando a clases durante 1 semana, así cómo también había estado evitando a todo aquel que no fuera Leidy, Nikolás, ó Eduardo, quién ya sabía de la situación.

Su celular permanecía apagado la mayor parte del tiempo, y agradeció que sus padres tuvieran demasiados problemas con su matrimonio cómo para molestarlo.

Emilio había interceptado a Leidy en la universidad, preguntando sobre porqué Joaquín no hacía acto de presencia, pero ésta sólo le decía que no había tenido contacto con él, lo cuál no era para nada creíble.

Y es que el alfa rizado estaba bastante inquieto, no sólo él, también su parte animal. Cada día que pasaba estaba más convencido de aquella verdad que no se atrevía a decir en voz alta.

Además, María se había vuelto algo molesta con el tema del embarazo, pues quería su atención las 24/7 horas y usaba supresores de aroma, alegando que le era molesto.

Pero Joaquín ignoraba todo eso, pues él creía que Emilio solamente estaba preocupado por aquella omega, pensando en su hijo y su futura boda.

Pero ese Jueves en especial, se había despertado decidido a dar un gran paso.

Comenzó por ducharse temprano, ya que no lo hacía hace 2 días en los que había decidido hundirse en su miseria. Después, decidió admirarse al espejo, su abdomen seguía plano, y eso lo tranquilizaba. Las náuseas matutinas seguían ahí, no podía hacer nada para evitarlas.

Al terminar de vestirse de una manera presentable cómo es habitual en él, le dió un vistazo a su celular, encontrándose con un montón de mensajes de Nikolás en los que le daba información sobre grupos que te orientaban en el proceso de aborto.

Decidió ignorarlos por un momento, dedicándose a secar su cabello de manera cuidadosa.

Apenas la noche anterior le había dado un subidón en medio de su "depresión causada por el embarazo" y había comprado material para decolorar su cabello castaño, quedándose despierto hasta las 2 de la madrugada haciendo el proceso de castaño a rubio.

Pero el resultado valía la pena, incluso ese detalle le había ayudado a sentirse mejor consigo mismo.

Cuándo estuvo satisfecho de su aspecto tomó las llaves de su auto, dispuesto a conducir hasta la escuela.

Estuvo alrededor de media hora conduciendo por las calles de la CDMX, yendo a tiempo para entrar a clases a pesar de que no lo haría.

Una vez llegó, pudo sentir las miradas en él. Su parte paranoica le hacía creer que todo el mundo sabía de su condición, de su embarazo. Pero no, sólo era la gente curiosa de verlo por ahí después de su ausencia por más de 7 días y su cambio de look.

Leidy lo saludó apenas lo miró, dandole un reconfortante abrazo.

— ¡Debiste decirme que venías! Y wauuuu te queda increíble el pelo rubio — Le dijo, aún sin separarse de él.

— Sólo vengo a darme de baja, Leidy. Y sí necesitaba un cambio — Explicó, mirando cómo Elyzabeth llegaba a ellos, saludándolo con un asentimiento de cabeza que fué correspondido.

— Igual, dios. ¿Has desayunado?

— Sí. — Mintió. En realidad no tenía apetito, pero no quería preocupar a su amiga.

La omega pareció convencida, sonriéndole.

— Te dejo. Ahí está tu novia. — Señaló con su cabeza. — Debo hacer ésto rápido para irme a descansar.

Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora