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El lunes, pasando las 10 de la mañana, Joaquín se encontraba en los pasillos de la universidad en la que estudiaba Nikolás.

Después de haberse identificado en dirección le permitieron el pase, indicándole cómo llegar a su destino: el laboratorio.

Ahí fué, cómo después de andar por varios pasillos, lo miró. Nikolás parecía limpiar unos instrumentos.

Tocó la puerta para anunciarse.

— Oh, ¡hola! Que bueno que llegas.

— Lamento si te hice esperar.

Nikolás negó.— No te preocupes, hoy no doy clases de baile, es el día más libre que tengo porque mis clases aquí se acabaron hace 20 minutos.

— ¿Das clases entre semana? ¿Incluso si vienes aquí? — Preguntó sorprendido.

El omega asintió. — Medicina es una carrera algo costosa, así que agradezco tener un trabajo en algo que amo para poder pagarla.

Joaquín estaba genuinamente impactado.

— ¿No te gusta el baile lo suficiente cómo para vivir completamente de eso?

— ¡Lo hace! Pero la medicina también me apasiona. Además, mi madre murió por un cáncer que no fué tratado de la manera correcta y yo le prometí que me convertiría en un gran médico que no dejaría morir a nadie.

— Oh, lo siento por lo de tu madre. — Expresó. — Es admirable lo que haces, Nikolás.

El omega negó con una sonrisa. — ¿Estás listo? — Mostró una jeringa. — Necesito una muestra de sangre.

Joaquín miró su brazo, extendiéndolo.

— ¿Prefieres sentarte?

El alfa negó. — Sólo hazlo .

Nikolás tomó el brazo de Joaquín, colocando unas ligas cuya finalidad era resaltar las venas de éste. Alrededor de un minuto después fué que metió la jeringa, al fin, tratando de ser rápido mientras sacaba la sangre.

Al terminar, limpió con un algodón bañado en alcohol.

— Listo. Voy a empezar a mezclar ésto para tener los resultados lo antes posible. — Indicó mientras agitaba el tubo que contenía la sustancia roja.

— ¿Tarda mucho?

— Quizás 2 horas. No es necesario que esperes aquí, yo te haré llegar los resultados.

Joaquín asintió, abriendo su boca para hablar. Pero fué interrumpido por su propio celular. — Disculpa, es Leidy.— Dijo al mirar la pantalla.

— ¿Hola?

Hola, ¿cómo estás?

Bien, ahora mismo Niko me acaba de sacar sangre para la muestra.

Que nervios.

— Ni me lo digas, Leidy.

Oye, ¿tienes bloqueado a Osorio?

Joaquín arqueó su ceja, curioso por el repentino cambio en la conversación. — Sí, lo bloqueé hace días.

Uhm, en la noche tuve muchas llamadas perdidas de él, incluso en la mañana. No tenía intención de contestar, pero Ely me habló diciéndome que Emilio tenía una urgencia y necesitaba hablar contigo.— Informó.

— Realmente no me importa...— Mintió, tratando de convencerse.

Bien, sólo quería cumplir con mi deber de informarte.

Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora