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El día era raro, algo se sentía distinto.

Parecía ser un domingo habitual, pero no lo era. El ambiente en el comedor de la enorme mansión era incómodo.

Por un lado estaba el presidente y el padre de Joaquín junto a sus esposas. Por el otro estaba Emilio, su novia, Joaquín y sorpresivamente Nikolás.

Todo había comenzado 1 semana atrás. Después de que el celo del alfa castaño terminara, Emilio se había marchado para enfrentarse a una muy molesta María. Joaquín, por su parte, había recibido una llamada de su padre diciendo que quería conocer a su omega el próximo domingo.

Y ahí se encontraban.

Joaquín lo había pensado 2 veces antes de llevar a su amigo a un ambiente dónde podría recibir malas miradas, pero Nikolás aceptó ayudarlo y dijo que le importaba una mierda cómo lo vieran los demás. Aún así, el castaño llamó a su padre con antelación para pedirle que lo trataran con el respeto que cualquier individuo merece.

— ¿Entonces eres bailarín? — Cuestionó el Bondoni mayor con interés.

— Sí. Doy clases en la academia de artes nacional de la CDMX. — Mencionó.

Emilio se sorprendió, al igual que los demás presentes, pues bien era sabido que esa era una escuela de prestigio. Joaquín sonrió orgulloso, a pesar de que no era su novio real.

— Esa es una escuela a la que es difícil aplicar, por lo que sé.— Habló ésta vez el señor Osorio.— Es impresionante que seas maestro ahí.

Nikolás sonrió, y hubiera agradecido el halago sino fuera porque alguien se adelantó en hablar.

— En realidad, yo no creo que bailar y enseñar a otros a bailar ó cualquier cosa de artes sea algo de lo que se pueda vivir. Cualquiera podría hacerlo.— María habló, riendo al final cómo si hubiera dicho algo gracioso.

Pero sólo obtuvo un silencio incómodo.

— Yo me gradué ahí. — La voz de la madre de Emilio se hizo presente. — Fuí actriz en mis veinte, hasta que tuve que ser primera dama.

La cara de la omega menor se desfiguró y Joaquín quiso reír. Emilio también soltó una risa por lo bajo.

— Me sorprende que tan joven seas maestro ahí, debes ser muy bueno. — Añadió la señora Osorio, dirigiendo una sutil mirada inconforme a María.

La omega se encogió en su lugar.

La cena llegó, y para la suerte de Joaquín eran filetes de carne con pasta. Estaba hambriento y lo estuvo aún más al ver al manjar frente a él.

Entonces le llegó un mensaje y sintió una mano en su muslo. Emilio, al lado de él, estaba tocando su pierna.

No volteó a su lado, pues no quería ser obvio. Pero sí abrió discretamente el chat.




Emilio:

- ¿Realmente es tu novio?



Castaño buen🍑:

- Sí.




Emilio:

- Mmmm, no lo sé, como que no te creo.




Castaño buen🍑:

- ¿Por?




Emilio:

Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora