Lunes, odiado lunes.
La alarma sonó a las 7 de la mañana y Joaquín maldijo por no haber podido cerrar sus ojos por más de 2 horas.
Toda la madrugada le estuvo dando vueltas al asunto de Emilio. ¿Cómo habían llegado de compartir la saliva de sus bocas a compartir un nudo?
Era algo extraño por dónde sea que lo miraran. Si de por sí, la sociedad ya rechazaba a alfas masculinos estando con omegas del mismo sexo, un alfa con otro alfa, siendo ambos hombres, era algo que nunca cruzó por su mente.
Ahora, el asunto del nudo. ¿Cómo había sucedido?
Siempre habían dicho que era difícil lograrlo, incluso en el celo. Un nudo significaba conexión entre ambos lobos. Entre un omega y un alfa.
Incluso llegó a la parte dónde se cuestionó si había algo malo en él.
Estuvo horas y horas viajando a aquel momento de intimidad. Lo había disfrutado, sí. Era imposible negarlo.
Pero eso no quitaba que se sintiera confundido con la situación. Si bien, era un hecho que su parte humana ya estaba cayendo por el rizado, nunca pensó que para su lobo fuera tan fácil ceder. Por instinto, siempre iba a ser difícil para un alfa rendirse ante otro alfa, por cuestión de orgullo, incluso cuándo tuvo aquel encuentro con Eduardo y Nikolás le resultó algo conflictivo dejarse dominar por él, pero lo hizo concentrándose en el placer que los estímulos le provocaban.
Ahora, con Emilio nunca fué difícil. Se encontró mostrándole el cuello cada vez que éste quería, incluso podía sentir el anhelo y deseo en su pecho cada vez que estaba con él.
Le encantaba cuándo Emilio le decía alfa, y disfrutaba aún más decirle así, cómo si realmente fuera suyo.
Le gustaba cuándo le daba marcas de olor, sin mencionar la vez que hizo aquella acción territorial llenándole la cara de fluidos. Eso era algo que incluso algunos omegas no dejarían que un alfa les hiciera. Pero él había estado encantado.
Por supuesto también disfrutó cuándo Emilio le dejó hacer lo mismo con él.
Le gustaba oler a café, así cómo le gustaba que el rizado oliera a eucalipto. Sus aromas mezclados provocaban algo indescriptible en su interior.
Se encontró así mismo pensando que quizás, sólo quizás, realmente estaba colado por él.
Y en algún punto de su sobre pensar, su mente se cansó y sus párpados se rindieron agotados de mirar al techo por horas.
Antes de finalmente entregarse al mundo de los sueños, pudo ver que Emilio le había enviado un mensaje que decía "espero estés durmiendo, te veo en unas horas" justo a las cuatro y media de la mañana.
Entonces despertó y se sintió demasiado agotado.
Se duchó sin la más pizca de ganas de vivir, y se vistió con lo primero que encontró. Hoy no estaba para planear su vestir. Aún así, todo se le veía bien.
Usó la secadora para darle forma a su cabello rizado y cuándo menos lo esperó Emilio le avisó que ya estaba afuera.
Tenían sólo 20 minutos para llegar.
Lavó sus dientes a una velocidad extrema, y no tuvo tiempo de ponerse sus lentes de contacto, por lo que tomó los anteojos que tenía a la mano antes de salir corriendo.
Miró el auto y se metió en él.
— Buenos dí-
Su saludo fué interrumpido por los labios del otro. Fué un beso tranquilo que duró un par de segundos y al final sintió la lengua de Emilio barrer la comisura de sus labios.
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Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco Omegaverse
FanfictionEmilio es el hijo del presidente del país, un alfa con una extraordinaria habilidad de tentarse a lo prohibido. Joaquín es el hijo alfa de la mano derecha del presidente. En una vida llena de hipocresía nunca se sabe lo que se debe esperar. Adapta...