{ 4 }

254 44 10
                                    



— ¡No fué gracioso, idiota! — Emilio gritó aprovechando que nadie más que Joaquín estaba en la sala de estar.

El castaño rió. — Tan gracioso cómo tu apodo.

Emilio bufó, acercándose a él hasta acorrálalarlo en el sillón, su semblante expresaba furia.

— ¡¿Sabes lo difícil que es conseguir una chica cómo ella?!

— Por dios, sólo debes darle cualquier regalo costoso y volverá a lamerte los pies. — Joaquín a pesar de tener al alfa furioso y demasiado cerca no se inmutó.

— Estás resentido porque ella te rechazó, es eso.

El castaño se rió literalmente en su cara.

— Primero, no me rechazó. Estoy mil por ciento seguro que si le mando un mensaje ahora mismo diciéndole que tengamos una cita ella aceptará. En segunda, por dios, ¡ni siquiera me gusta! Ella me pidió mi número, ¡Ella fué la que se acercó a mí! Así que deja de molestarme acerca de eso.

— ¿Entonces porqué hiciste lo del mensaje? — Cuestionó en forma de reclamo.

— ¡Para molestarte!

Eso le sonó familiar al rizado, recordando la plática de ayer.

— ¡¿Tanto te gusto?!

Joaquín lo apartó de encima de un empujón.

— No. Te molesto porque no me agradas y también no has parado de molestarme hablándome de María. — Soltó recuperando su postura en el sofá.

Emilio estaba de pié frente a él.

— No te hubiera molestado si nunca hubieras insinuado que te interesaba María. —Dijo el alfa.

— ¿Y eso porqué, eh? ¿No puedo interesarme en quién yo quiera? — Joaquín se puso de pié justo frente a él, a pesar de la diferencia de estatura no se dejó intimidar.

— Sí, puedes. Pero no cuándo lo haces para joder a otra persona. Tú sabes bien que ella es perfecta para mí y que debo casarme antes de que lance mi campaña. Sólo lo haces por molestarme.

— ¿Sabes qué? Tienes razón, a partir de ahora todo lo que hagas me dará completamente igual. Simplemente te molesté por diversión, porque no soporto a la gente cómo tú.

— ¿Cómo yo? — Emilio estaba confundido.

— Dios, Emilip, ¡Abre los ojos! Toda tu vida gira en torno a complacer a los demás. Siempre escuché "Deberías tomar de ejemplo las notas que saca Emilio" "Deberías ir a los cursos de quién sabe que mierda cómo Emilio" "Deberías estudiar derecho cómo Emilio" "Deberías ser Emilio" — Recitó con una voz intencionalmente aguda. — ¡Eso me hartó viniendo de mis padres! ¿Bien? Perdóname por molestarte, supongo que no tienes la culpa de ser tan perfecto.

El resentimiento se escuchaba en la voz del castaño.

— P-pues quizás si hicieras caso ellos no tendrían que compararte. — Su voz había flaqueado por la ira de Joaquín.

El alfa castaño rió secamente.— ¿Es enserio? Prefiero ser una decepción para ellos a ser una decepción para mí. Dime algo Emilio, ¿alguna vez pudiste hacer algo que realmente te guste? ¿Algo por lo que sientas pasión?

Siempre quise ser cantante. Pensó el rizado, pero por supuesto no lo diría ni de broma entre las cuatro paredes de la casa de sus padres.

— Sí, ésto. La política me gusta.

Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora