Emilio es el hijo del presidente del país, un alfa con una extraordinaria habilidad de tentarse a lo prohibido.
Joaquín es el hijo alfa de la mano derecha del presidente.
En una vida llena de hipocresía nunca se sabe lo que se debe esperar.
Adapta...
Tanto Joaquín cómo Emilio estuvieron de acuerdo en apresurar la celebración y casarse justo el día después de la graduación del rizado. El plan era sencillo: cuándo Emilio recibiera el diploma ambos caminarían con sus bebés en brazos hacía los mayores, los saludarían, les presentarían a los pequeños, y entregarían la invitación a su boda que se celebraría al día siguiente. Después irían a un restaurante a festejar al recién graduado mientras en el camino los mayores deberían asimilar las nuevas noticias por las buenas, ó las malas.
2 meses se habían ido rápido, aunque bastante ocupados para ambos.
Joaquín se llevaba a sus pequeños al trabajo, Emilio los cuidaba en sus días libres. Así había funcionado.
Después de esa noche pasional que habían compartido, la llama del deseo estaba más que viva entre ellos, y se encontraron aprovechando los momentos en que sus bebés dormían para ir a la habitación de huéspedes y tener un momento para ellos, cualquiera de sus baños también funcionaba.
En 2 meses, los bebés habían crecido mucho, ambos ya sonreían constantemente, y ni hablar de las carcajadas que soltaban cuándo sus padres les hacían caras divertidas ó cosquillas.
Para la boda tenían lista una pequeña celebración en un lujoso restaurante, habiendo alquilado uno de los pisos para la ocasión. Sería algo chico con sus amigos más cercanos, además de su familia, si es que éstos no tomaban el primer vuelo de regreso apenas se enterasen.
Sus trajes ya estaban listos, blanco y negro a juego con detalles brillantes de plata. Joaquín había insistido en que la comida fuera italiana y eso le quedaba justo al restaurante. El pastel era de dos pisos, y nuevamente el castaño se encargó de eso.
Además, había mandado a confeccionar un lindo trajecito cómodo para James y un vestido igual de bonito para Kia. Los mellizos estaban listos para la celebración.
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Y finalmente uno de los días más esperados llegó.
Emilio conducía vistiendo su toga y birrete mientras que Joaquín iba en los asientos de atrás jugando con los piecitos de los mellizos, quiénes reían a carcajadas.
— James se hace el difícil. — Comentó después de que éste sonriera sin soltar carcajada alguna.
El rizado rió mientras les echaba un vistazo desde el retrovisor. — Oh dios, mis padres y los tuyos ya están en el auditorio. — Informó el mismo después de mirar su celular.
Joaquín se reincorporó, sobando las piernas de Kia que estaba acostada en su regazo. — Pues el día iba a llegar. La verdad en éste año he aprendido demasiado y puedo decir con seguridad que me dá igual lo que piensen, yo tengo a mi familia y son ustedes. — Dijo determinado.
