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Emilio se encontraba con sus 3 amigos en el restaurante de comida rápida al que iban cada lunes, el cuál estaba en una pequeña plaza llena de más lugares similares.

Los alfas disfrutaban de ver a Elyzabeth nerviosa por la próxima presencia de la omega que la traía loca desde hace ya un buen tiempo, también les pedía que no la avergonzaran y ellos se burlaban diciendo que la espantarían.

Obviamente era puras palabras, pues ellos jamas harían algo que perjudicara a su mejor amiga.

— Ahí viene, siéntate bien.— Advirtió Diego.

Elyzabeth inmediatamente se puso recta, causando risas de sus amigos.

Emilio, quién se divertía con el comportamiento de su mejor amiga, sintió despertar su curiosidad ante el masculino aroma a eucalipto que se había hecho presente, incluso siendo más fuerte del sutil aroma que tenía la omega que le gustaba a Ely.

Volteó para encontrarse a Joaquín a la par de Leidy.

A éste chico le gusta ser masoquista. Pensó.

Una vez se acercaron a la mesa fué que se saludaron alegremente, incluso se sorprendió de ver a Joaquín un poco amigable con los chicos, dándoles sutiles sonrisas cómo saludo.

Apenas se sentaron fué que Diego inició una charla acerca del sutil mechón de pelo azul que Leidy al parecer acababa de hacerse, la omega contó agradablemente su experiencia, sintiéndose incluida.

Emilio no sabía mucho sobre decoloraciones así que no participó en la plática, en cambio observó con curiosidad al alfa castaño frente a él, que tampoco aportaba palabra alguna.

Fué en ese momento que Joaquín volteó hacía él y sus miradas chocaron, ninguno la apartó.

Emilio no pudo soportar la tensión y tuvo que hacer una cara graciosa, que para su sorpresa hizo que el castaño riera silenciosamente.

Entonces el rizado tuvo una idea y el celular de Joaquín sonó justo en ese momento.


Emilio:

- Es raro que no uses inhibidor de aroma. ¿Tratas de marcar territorio?

Pudo observar cómo el alfa castaño rodó los ojos


Castaña presumida:

- Sólo lo uso en la uni ó reuniones llenas de gente. Pero hace rato me bañé y olvidé usarlo, mi culpa. Pero oye, tú nunca usas. Tus amigos tampoco.



Emilio:

- ¿Cómo vamos a atraer omegas si nuestro aroma está ausente?



Castaña presumida:

- Seguro que María tiene la respuesta.



Emilio:

- Es broma, no ando buscando omegas.



Castaña presumida:

- Oye, rarito. Creo que es de mala educación usar el celular en la mesa con tus amigos. Si quieres platicar háblame. Sé que te intimido.




El alfa soltó una carcajada que llamó la atención de todos por un momento, antes de seguir quejándose de la profesora de Biología.

Alfa Dominio // Adaptación Emiliaco OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora