El narciso: Aparecen al final del invierno, representan una nueva vida, un nuevo comienzo.
...
Las lentejuelas de un vestido rosado opaco no demoraron en captar mi atención, no porque fuera un atuendo que usaría, sino por su brillo enceguecedor. Me imagine por un momento en este y una sonrisa no tarda en aparecer en mi rostro. Sería una bola de discos andante con ese vestido.
Había muchas opciones, demasiadas, más de lo que esperaba. Todo es hermoso, sentía que estaba presente en otro mundo imposible de llegar. Y ni hablar del aroma a detergente mezclado con perfume almizclado, algo extrañamente embriagador.
El espacio es refrescante, un ambiente acogedor. Sus paredes son blancas y los maniquís están esparcidos por el lugar con diferentes poses dramáticas.
«Sería increíble un apocalípsis de maniquís vivientes»
Creo que el olor a Whisky me está comenzando a hacer efecto o quizás sería un fracaso como guionista.
A pesar de estar viviendo en un cuento de fantasia, la realidad me golpeaba en la cara una vez que veía los precios de los vestidos, los cuales estaban fuera de mi presupuesto.
Estoy tranquila al saber que él lugar está despejado, sin nadie presente, además de Mosley y la empleada del local quien nos observa desde el mostrador; Mientras que mis dedos se deslizan por las diferentes telas en un intento de escoger uno donde el número no sea tan elevado, Mosley me seguía desde atrás, mirando a su alrededor. Me parece que está pensando en cada mínimo detalle que encontró desde que pisó la boutique para criticarlo de manera interna.
Aunque intenté concentrarme en escoger un vestido económico y que se adaptará a mis gustos, me es complicado hacerlo bajo presión, sobre todo cuando mi mente no deja de pensar en Michael y en la terrible amiga en la que me he convertido al dejarlo solo. Tal vez ya se percató de que no estoy en la fiesta y eso lo asustaría lo suficiente como para comenzar a buscarme como lunático entre la multitud.
—Este.
Tome el primer vestido negro que visualice entre los ganchos de exhibición, para mi suerte, su precio se ajusta a mis bolsillos. Se veía cómodo y sencillo, perfecto para sobrevivir el resto de la noche; la voz en mi interior no podía dejarme en paz, tenía que salir rápido de aquí.
No me había percatado de que estaba parada frente al tal Mosley mientras sostenía el vestido, por su parte, Mosley no tardó en estudiarlo como era de esperarse. Algo que comenzó a volverse incómodo debido a que se mantuvo en silencio.
«¿En qué diablos está pensando?»
—¿Esperas mi aprobación? —levanta una ceja confundido.
Tenía razón, no necesito su aprobación. Quizás es una costumbre escuchar segundas opiniones.
—No…—bufé con obviedad, intentando eclipsar mi error —solo te aviso.
—Entiendo, por eso me miraste por seis segundos mientras sostenías el vestido frente a mí en silencio.
—¿Ya terminaste de criticar? —cuestione con fastidió.
—No —sonríe a lo que solo respondí girando los ojos.
Me voltee comenzando a caminar hacia el probador, pero, me detuve en seco una vez que lo escuché hablar a mis espaldas:
—Aunque… pienso que te deberías de probar este.
Al girarme pude observar que sostenía un vestido dorado en dirección a mi, como si me lo estuviera ofreciendo. El vestido es de mangas largas que descansan en las muñecas y su tela parece ser ajustable al cuerpo. De hecho, ahora que lo visualizo mejor, es el mismo que me enganchó en la entrada, pero, al observar su precio preferí olvidarme de él, fingiendo que no sabía de su existencia.
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Las ventajas de un corazón roto [Finalizado]
RomanceEnora Lee, tendrá que verse obligada a superar a Lucas, su primer amor, una vez que se entere de su boda, a la que fue invitada. Sin embargo, el mundo no está tan acabado como ella cree, porque Owen, un chico seguro de sí, que pasó por cada obstácul...