♡Capítulo treinta♡

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Pensamiento blanco: El pensamiento blanco representa la pureza, la lealtad y el perdón. Es una flor que sugiere la disposición de perdonar y olvidar, permitiendo un nuevo comienzo y una renovación de la relación.

...

El local estaba solitario, era fin de semana, pero, irónicamente las calles se encontraban despojadas de la aglomeración de personas corriendo de aquí para allá, por lo que decidí darle a As el día libre. Además, era una excusa perfecta para ahogarme en mi penas con la agradable soledad de mi floristería sin que nadie me viera llorar como cachorro desolado.

Suspiré fuerte para después dejar caer mi cabeza sobre la mesa de manera suave, estaba en recepción esperando algún cliente, así sea por una simple rosa, pero este día ha sido ineficiente, por lo que me permitía seguir pensando en lo sucedido hace unas semanas atrás, atormentando mi mente, sin intenciones de guardar silencio, en cambio, aumentaba con cada tic toc que generaba el reloj de pared antiguo ubicado a un lado de la entrada.

En definitiva debía remodelar algunas cosas.

Ya han pasado varios días desde la última vez que hablé con Owen. Solo puedo recordar su rostro afligido y lastimado mirándome por última vez, al igual que sus palabras que me marcaron lo suficiente para no dejarlas ir tan fácil: "como si mantenerlo aún en tu vida te hiciera sentir cerca de tus padres"

Le di un leve golpe con mi puño a la mesa enojada.

—No es cierto... —me recordé con un hilo de voz.

Por otro lado, al recordar mi respuesta, mi furia disminuyó un poco, debido a que tampoco fui justa y admito que mi mayor intención al pronunciar aquellas palabras era lastimarlo tanto como él lo hizo.

El día siguiente después de lo sucedido, no había parado de llorar, Meghan y Michael fueron una gran compañía y he de admitir que juntos hacían un equipo impecable, mientras Meghan cocinaba mi platillo favorito, Michael intentaba hacerme reír con sus ocurrencias.

Pero nada de eso pudo borrar el dolor que sentía, la herida aún estaba intacta y aún con el pasar de las semanas, seguía fresca.

Tenía dos semanas y cinco días en este estado para ser exacta.

Miraba mi teléfono cada cinco minutos, peleando entre marcar su número o no. Los primeros días había recibido varias llamadas de él, no obstante, decidí ignorarlas hasta que llegó un punto en el que dejó de hacerlo.

No era lo suficiente fuerte como para aceptar sus llamadas. El dolor de sus palabras luchaban contra el amor que implementó en mi corazón todo este tiempo. Y era ese mismo amor y esos mismos momentos hermosos que no quería arruinar. Quería mantenerlos en una burbuja imperpetrable. Por lo que, al ignorarlo pienso que no lo podré estropear más de lo que ya está.

Porque era eso, el miedo. Tenía miedo de lastimarnos más y tal vez alejarnos era la solución más racional ahora o quizás ...la más estúpida.

No sabía que hacer, lo único que sabía era que nos hicimos daño mutuamente por lo que era lógico no estar juntos. Dos personas lastimadas no pueden coincidir y no deseo empeorar las cosas.

«Fue la mejor decisión que pudiste tomar, Enora.»

Me intentaba convencer constantemente. Un intento que por obvias razones, fallaba.

Cada noche que cae es un tormento, un oscuro telón que se despliega para ahogar mis pensamientos en un mar de inquietud. El insomnio se convierte en un voraz lobo que acecha mi descanso, sus garras afiladas me impiden adentrarme en los sueños que tanto intentó conciliar. Mi apetito se ha esfumado, es como si mi paladar no pudiera encontrar sabor en los platillos que antes degustaba con tanta alegría. Por otro lado, Meghan, con su voz suave pero firme, me logra persuadir para comer algún alimento, como una guardiana de mi bienestar, pero la sensación de vacío persistía.

Las ventajas de un corazón roto [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora