Las ventajas de un corazón roto [Finalizado]

♡Capítulo veintiuno♡

Margaritas: representan la belleza interior y la verdad.
...

Esas veces en las que te encuentras varado en el gran mar de la inseguridad y pensamientos excesivos que causan un revuelo enorme y no tienes ni la menor idea de como escapar de ahí.

Ahí estaba yo.

Owen estaba parado frente a mí, esperando que dijera cualquier cosa que calmara su angustia por mi distanciamiento.

¿Cómo podría decirle que el motivo de esta distancia era por él?

Ni yo sabía si esa era la razón exacta.

Era tan confuso, no debería de creer las palabras de un hombre que me causó daño en el pasado, pero, Ava me las confirmó, es decir que Amelia era su ex y no se atrevió a contármelo.

¿Por qué me lo oculto? ¿Acaso quería tomar venganza? ¿Desde hace tiempo sabía que era la ex de Lucas y por eso se acercó a mí en la boda?

Una forma de hacerle pagar por lo que hizo.

O quizás yo estaba volviendo a realizar especulaciones que no me llevarían a ningún lado.

Estaba molesta, me sentía lastimada, como si me utilizarán y luego tiraran en un rincón de la habitación a su antojo.

Esto duele, porque Owen ha sabido tanto de mi y yo de él, he compartido esa intimidad y no hablo de la física, hablo de ese espacio seguro en donde te refugias de tus temores, ese que no te atreves a compartir con nadie, ese defecto que escondes para que ninguna persona lo note, pero con él... simplemente se dio, surgió, salió a flote sin necesidad de forzarlo.

Sin darme cuenta, me había abierto con él, mostré mi lado vulnerable, frágil... dañado.

¿De verdad me quería ayudar?

-Enora, ¿sucede algo?

Volvió a hablar, por fin me atreví a mirarle directo a los ojos y como si hubiera puesto toda mi fuerza y energía sobre esa acción, negué, sonriendo sin mostrar mis dientes.

-Estoy bien.

Aparte mi vista para no mostrar el dolor a través de ellos, es duro decir en voz alta que te encuentras bien cuando claramente estás en una lucha interna.

-Aunque mis favoritos son los tulipanes blancos -aclare sosteniendo el ramo empezando a caminar hacia el taller, evitando cualquier contacto visual.

Eran hermosas, un tono rosa delicado, por otro lado, siempre fui amante de las blancas.

-¿Algún motivo en especial? -lo escuché decir a mis espaldas, siguiéndome.

-Eran las favoritas de mi madre, siempre le encantó el blanco.

-Es una promesa entonces.

-¿Una promesa?

-Te daré tulipanes blancos la próxima vez.

Me giré y lo observé sonriéndome como siempre, detallando cada uno de mis movimientos. Regresé a la mesa donde tenía varias rosas y me propuse a cortar sus aguijones, quería entregarle el ramo a Ava lo más pronto posible.

Me era difícil concentrarme cuando sentía su mirada quemar mi piel.

Me coloque mis guantes y agarre la gardena, empezando a cortar con cautela los aguijones; pensé que si me encontraba ocupada, se iba a despedir y marcharse, pero no, en cambio, se mantuvo recargado en los estantes, con sus brazos cruzados, mirándome. Y no parecía tener ninguna intención de moverse.

-¿Necesitas algo, Owen?

Deje todo y lo mire con determinación, quizás fui directa y ruda, pero en mi defensa, no sabía qué sentir o en quién confiar ahora.