Las ventajas de un corazón roto [Finalizado]

♡Capítulo veintinueve♡

El corazón sangrante: El corazón sangrante es una flor única e intrigante que se sabe que representa el dolor. Su nombre se deriva de su apariencia, que se asemeja a un corazón que sangra. A pesar de la tristeza y el dolor que evoca, la flor del corazón sangrante también puede ser un símbolo de esperanza y resiliencia.

...

A veces sucede que al estar en medio de una muchedumbre, suelo convertirme en un espectador que comienza a crear escenarios aleatorios en su mente para mantenerla ocupada.

Cada persona de este lugar me daba la inspiración suficiente para adivinar su estado actual, porque aunque la mayoría estuviera mostrando su mejor versión acompañada de una perfecta dentadura, estoy consciente que cada uno de ellos tiene una guerra interna por la que posiblemente aún este luchando o, en el mejor de la casos, por fin pudieron librar.

Pero no por mucho tiempo.

Aprendí que la vida te da una batalla ahora, la superas y luego aparece otra que te obliga a ponerte en la misma posición en la que estabas antes.

La vida es una constante lucha y tú eres un soldado más de la trinchera.

Y hablando de guerras, se estaba aproximando un ataque enemigo.

Debía estar bien preparada; Rowdy tenía razón, debí de traer mi arma.

—Enora, está lindo ese nido de ave —mencionó Janeth a la vez que lanzaba una mirada fugaz a mi corona floreada.

No pude evitar sonreír, de hecho me causó gracia, fue original lo admito.

—¿Qué necesitas Janeth? —dije desviando mis ojos hacia Owen quien aún sostenía paciente la entrevista.

—Yo, nada. Ava en cambio, si.

—¿Ava?

—Requiere de tu ayuda para un asunto que de seguro no es de mi interés en lo absoluto.

—¿Y si no es de tú interés, por qué estás aquí?

Janeth exhaló fuerte al mismo tiempo que giraba los ojos.

—Solo... Ve hacia allá y averígualo —señaló a sus espaldas a un pasillo largo y estrecho.

«En definitiva no me convence»

Busco agarrar mi brazo, en cambio yo retrocedí decidida, mirándole incrédula.

—La subasta está por iniciar, Janeth —le recordé.

—Intento ayudar, Enora... ¿O es que acaso temes dejar solo a Owen?, ¿No qué tenías todas las de ganar? —habló con su tono tajante que al oírlo me generó una migraña instantánea.

—No, simplemente no confío en ti.

—Bien... si está subasta termina siendo un desastre, estaré tranquila al saber que mi conciencia estará limpia.

Arregló su cabello con ambas manos desentendida, mientras que por mi cabeza empezaba a imaginar todos los escenarios desastrosos posibles.

Lo peor que puedes hacerle a una persona que piensa constantemente, es plantearle un suceso hipotético en su cabeza.

«Buena jugada Janeth»

Pase por su lado rendida ante el coro de voces despiadadas que se apoderó de mí. Apenas note la comisura del labio de Janeth elevarse un poco, mis pies frenaron de golpe y retrocedí para quedar cara a cara, en una distancia no tan sospechosa pero si lo suficiente cerca para que pudiera escucharme con claridad.

—Si esto resulta ser una mentira... —mencione en un susurro amenazador —te prometo que buscaré el arma de Rowdy y bautizaré una de sus balas con tu nombre.