Aquella Noche ®

Capítulo 29

Arian.

27 Junio del 2019.

—¡Feliz cumpleaños! —escuché la voz de Gemma en cuanto bajé las escaleras de casa de mi madre.

—Ya huele a señor. —me molestó mi cuñada. —Es broma, sabes que te quiero. —besó mi mejilla

—No se nota. —bromeé

Se rió dejándome a solas con Gemma. Quien no sabía que vendría hoy aquí. Trae unos vaqueros rotos de las piernas, un top negro y el cabello suelto que ahora lleva hasta los hombros ya que se lo cortó.

Le queda bastante bien.

—Feliz Graduación. —susurré sobre sus labios una vez que la tuve entre mis brazos.

—Feliz cumpleaños, gruñón. —me besó la nariz.

—¿Qué haces aquí? No se supone que estarías con Kara arreglandote para la ceremonia. —fruncí el ceño

—¿Acaso me veo fatal? —abrió la boca sorprendida.

—La verdad es que sí. —la molesté. — Tienes ojeras, un granito aquí...¡Es broma! Es obvio que estás radiante, pero te dije que no tienes porque quedarle mal a Kara, es tu mejor amiga.

—No le quedaré mal. —explica. —Iré con ella después de comer pastel. La ceremonia es hasta la una y tenemos mucho tiempo.

—Yo no veo un pastel.

—¡El pastel está listo! —habló mi madre llamando la atención. —Feliz cumpleaños mi nene.

—Gracias, mamá. — besé su mejilla.

Alguien me arrebató de los brazos de mi madre y para cuando reaccioné ya estaba con mi hermano mayor a mi espalda besándome las mejillas.

Mi cuñada, mi madre y mi novia se reían a carcajadas.

—¡Feliz cumpleaños, al nene de la casa! —me pellizco los cachetes. —¿Quieres soplar las velas?

—No...

—Si...—Gemma tiró de mi brazo hacia la cocina. —Sopla la vela.

Se instaló delante de todos y yo soplé la vela dejando que me tomen fotografías como si fuera un niño de cinco años. Mi novia se acomodó a mi lado y mi madre se encargó de sacarnos muchas fotos.

En una de ellas me empujó en el pastel, otra fuí yo quien la empujó y en la siguiente le lamí el resto de betún de su mejilla.

—Te amo. —le susurré en el oído.

—¿Adivina qué? — ella me miró un momento.

—¿Qué?

—Yo también te amo. —besó mis labios por tercera vez en lo que va del día.

Sonriendo me separé de ella tomando un lugar en la mesa para comer el pastel con mi familia. Solo hacía falta papá, pero solo imagino que su lugar está lleno y es cuando sonrió viendo su silla.

Te quiero, viejo.

…

Me quité los lentes de sol al bajar del auto cuando llegué a la universidad. Gemma me dijo que su padre me estaría esperando fuera para que me dejarán entrar y si, el señor Miller me estaba esperando en la puerta.

—¿Cómo está? — estreché su mano.

—Bien, hijo ¿Y tú? —me palmeó el hombro. —Dos carreras ganadas en lo que va del año, felicidades.