Gemma Miller
23 de diciembre del 2018
—Te extrañé muchísimo, cariño. —me dijo papá en cuanto me abrazóÉl había venido a Chicago para pasar las fiestas. Por fin lo habíamos convencido, ya que todas las navidades pasadas, nosotras íbamos a verlo y él jamás venía
Lo habíamos venido a recoger Kara y yo, pero la muy floja prefirió esperar en el auto porque estaba haciendo demasiado frío y no quería caminar
—Yo también, papá. —le dije sonriéndole.
Él volvió a tomar su maleta y ambos comenzamos a caminar a la salida.
—¿Con quién has venido?
—Kara está esperando afuera, creo que ya es momento de que aprenda a conducir y ahorrar para comprarme un auto.
—No debiste faltar a las clases de manejo.
—Siempre he tenido miedo de atropellar a alguien.
—Pero, para eso son las clases de manejo, Gemma.
Reí.
—Lo sé, prometo aprender.
Salimos del aeropuerto y Kara levantó la mano eufórica cuando vió a mi padre subir en la parte delantera de su auto luego de arrojar la maleta atrás.
—¡Señor Miller! ¿Cómo está? —lo abrazó y papá rió.
—Bien, Kara ¿Y tú?
Kara encendió el auto y levantó los pulgares.
—Bien, Señor Miller, pero un poco triste porque hoy me iré con mi familia a pasar las fiestas con mis abuelos. —ella formó una mueca. —Y extrañaré a la mal geniuda de su hija.
—También te extrañaré.
me lanzó un beso.
—Yo también, preciosura.
Rodé los ojos y miré por la ventanilla.
Llegamos al departamento de Tamara, ahí es donde papá se quedará todos los días hasta que regrese a Washington. Le ayudé con su maleta y él entró primero, ya que yo me quedaría para despedir a Kara
—Feliz navidad, Kara.
—Igual Señor Miller.
Ella agitó su mano y papá entró en el edificio.
Me giré hacia ella y la miré ir a la cajuela de su auto. Cuando volvió, trajo una caja con un moño morado en ella.
—Este es mi regalo, no lo abrirás hasta que sea Navidad, sabré si haces trampa. —me señaló antes de entregármelo.
—Kara...
—No lo rechaces, sé que te gustará.
—Gracias, yo te daré el mío cuando regreses.
Ella parpadeó un par de veces lanzándose a mis brazos.
—Te voy a extrañar muchísimo, se que te fuiste dos semanas a Washington, pero es Navidad y Año nuevo los que no pasaré contigo. —murmuró en mi oído sorbiendo su naríz.
—Yo también te voy a extrañar muchísimo, pero estaremos bien. —le dije besando su mejilla. Nos separamos y ella se limpió las lágrimas.—Te llamaré.
—Yo también. — soltó un suspiro y tomo mi mano. — Dile a Arian lo que sientes, Gemma, no te vas a arrepentir.
—Tengo miedo.
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Aquella Noche ®
Novela JuvenilGemma es una chica que no cree en el amor, no cree en eso que llaman "felices para siempre" ella se queda estancada y con miedo después del divorcio de sus padres, pero a su vida llega Arian, ese chico que se sentó a su lado en las escaleras de un b...