Gemma.
11 de octubre del 2019.
Desde que me puse de pie fuera de la cama el corazón no había dejado de latir rápido como si se me quisiera salir del pecho. Es raro y trato de tranquilizar mi ritmo cardíaco, pero no puedo y no tengo idea de a qué se deba
Hoy era la última carrera de Arian en este año. Las últimas dos las había ganado y si gana está, irá a competir de nuevo pero contra el mejor corredor de Europa en NASCAR. Estoy muy orgullosa de él.
Italia es un país hermoso, su cultura, su gente, todo. Arian insistió en que vinieramos una semana antes para disfrutar y tomarlo como una luna de miel. Nos casamos hace más o menos tres meses en la sala de mi departamento.
Cuando le dimos la noticia a nuestras familias y amigos nos tacharon de locos y la verdad es que si, éramos dos locos enamorados que decidieron hacer las cosas a su manera.
Mi hermana y mi mejor amiga se enfadaron conmigo porque no les dije que fueran mis damas de honor. ¿Para qué? Solo iban a estar paradas en la puerta de la cocina viendo en lo cursi que me convertí por un chico de ojos verdes que cada que lo veo parece que el estómago no se me queda quieto.
Arian había salido con Zack a la rueda de prensa que se hace antes de la carrera y yo me quedé en el hotel esperando por él. Anoche tuve náuseas y me duelen los pechos, pero estoy bastante segura de que me vendrá el periodo.
Terminé de lavarme los dientes y busqué los lentes de sol. El día estaba soleado, pero no hacía tanto calor por lo cual había decidido usar unos shorts y una blusa de tirantes con un chaleco sin mangas encima.
La puerta se abrió y lo miré entrar corriendo hacia mi. Le abrí los brazos y dejé que me levantara
—Te extrañé. —susurró sobre mis labios.
—Yo no. —lo molesté. —Comí todo lo que quise sin que me lo quitará nadie.
—Jajaja que graciosa. —me bajó dejando un beso en mi frente.
—¿Cómo te fue?
Caminó directo a la cama para tomar su reloj
—Bien, pero hay que irnos. —me abrió la puerta. —Zack nos está esperando abajo.
Lo seguí hasta fuera de la habitación y una vez dentro del ascensor revisó su teléfono.
—¿Pasa algo malo? —le pregunté al ver cómo formaba una mueca.
—No, nada, es solo que nuestro mecánico de confianza se enfermó y no pudo venir. —responde. — Pero conseguimos otro, solo es para que revise el auto por encima, porque ya está listo.
—¿Y si mejor no corres?
—Estaré bien, el auto está listo, no pasará nada.
Asentí y traté de calmarme.
Zack nos esperó en la entrada del hotel y subimos al auto que nos llevó directo a la pista donde sería la carrera. Entramos por la puerta correspondiente dónde se encontraba el equipo de Arian.
La pista era mucho más grande que las últimas dos y al parecer está carrera era la más importante, ya que se finalizan hoy y ya no habrá hasta Enero del próximo año.
Me bajé siguiendo a mi esposo y me encontré con mi cuñado entre todos los hombres vestidos con el uniforme color rojo y con las marcas patrocinadoras.
—Hola. —me saludó con un beso en la mejilla.
—Hola, cuñado. —le sonreí de oreja a oreja.
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Aquella Noche ®
Teen FictionGemma es una chica que no cree en el amor, no cree en eso que llaman "felices para siempre" ella se queda estancada y con miedo después del divorcio de sus padres, pero a su vida llega Arian, ese chico que se sentó a su lado en las escaleras de un b...