Gemma Miller
—Pero mira nadamás lo guapo que has quedado, pequeño. —le dijo Tamara a Asher cuando terminó de ponerle la ropa que le había comprado
—¿Qué te pasa? Él siempre está guapo. —le dije tomándolo
Salí de la habitación con Asher riendo en mis brazos y fuí a la sala. Kara se encontraba en la cocina terminando de preparar la cena y Isaac estaba tumbado en el sofá. Al mirar a Asher, me lo quitó de los brazos y yo me senté a su lado
—¿Qué pasa compañero? ¿Listo para ir por niñas lindas? —le preguntó y tras besarlo en las mejillas lo dejó andar hasta tomar sus legos.
—Cuando tengas tus hijas no les dirás eso.
Él se rió encogiendo sus hombros.
—Sere un padre muy liberal, lo que haré con mis hijos será tener una confianza al cien para que no me oculten nada.
—¿Ah, si?
—Por supuesto, es mejor así a que nos oculten cosas.
Sonreí y le quité el mando de la televisión.
—Pues eso es verdad. —admití. —¿Qué opina Kara de eso?
Él abrió sus brazos al cielo y se puso de pie sacando algo de su bolsillo.
—Hoy cumplimos cuatro meses de que estamos juntos.
—¿Cuatro meses ya? Si que me lo han ocultado mucho, malos amigos.
—Ambos decidimos que fuera algo discreto, perdón. —formó una mueca y me lanzó una bolsita muy bonita color rosa. —¿Creés que le guste? Se lo compré hoy por la tarde.
Abrí la bolsa sacando un brazalete color plata con una flor en el centro. Delicado y discreto.
—Es muy bonito, Isaac. Estoy segura de que le gustará.
—¿Segura?
—Muy segura.
Él volvió a sentarse a mi lado y se lo devolví.
Mi teléfono vibró y lo saqué del bolsillo de mi chaqueta. Lo encendí sonriendo al ver un mensaje de Arian.
Él: feliz día de Acción de Gracias, ¿Qué haces?
—¿Y esa sonrisa? —me preguntó golpeando su codo contra mi hombro.
—Cállate.
Yo: Feliz día de Acción de Gracias para ti también. Estoy en el departamento de Tamara ¿Y tú?
—Ey, somos amigos, ¿Sabes que puedes hablar conmigo de lo que quieras, verdad? —me hizo saber Isaac y yo levanté la vista del teléfono, para mirarlo.
—Lo sé. —asentí. —Y tu también puedes hablar conmigo.
—Si. —asintió y se levantó del sofá para tomar a Asher en brazos. —Iré a ver a mi chica.
Lo observé ir a la cocina y yo bajé la vista al teléfono.
Arian me había respondido.
El: Claudia y yo estamos encantados de no hacer nada, ambos en la sala mirando la televisión
Y un par de segundos más tarde, envío una fotografía. Sonreí al verla. Él tenía a la pequeña Claudia sentada en su regazo. La miraba a ella y ella a él. Lucían muy lindos.
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Aquella Noche ®
Novela JuvenilGemma es una chica que no cree en el amor, no cree en eso que llaman "felices para siempre" ella se queda estancada y con miedo después del divorcio de sus padres, pero a su vida llega Arian, ese chico que se sentó a su lado en las escaleras de un b...