Una pequeña Luna (Moon boys x hija)

Reunión familiar

Antes de empezar, quiero aclarar que todas las cosas que se hablarán de la infancia de Marc serán invención mía basándome un poco en serie.

Advertencia: menciones de la madre de Marc y alusión a sus maltratos hacia él.

A la mañana siguiente de haber hablado con su papá, Marc recibió un mensaje de él diciéndole que su vuelo salía esa noche, y que no se preocupara por ir a recogerlo, él tomaría un taxi hasta su hotel.

Durante todo el día y toda la noche Marc no podía dejar de pensar en su papá. De pronto todos los recuerdos de su infancia que había creído sepultar en los rincones más alejados y oscuros de su mente estaban volviendo para atormentarlo. Sin embargo sabía que era algo que debía hacer él y no podía pedirle ni a Jake ni a Steven que tomaran el control, a pesar de que Jake había insistido.

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Marc estaba fuera del aeropuerto con la espalda apoyada en el taxi de Jake que le había prestado, de brazos cruzados y muy nervioso mordiendo el interior de su boca.

Sabía que su papá dijo que no era necesario, pero de todas formas fue a recogerlo. En el fondo tenía claro que habían muchas cosas que hablar antes del juicio, y mientras más pronto lo hicieran serían mejor.

Las puertas corredizas se abrieron y Marc levantó la vista, para encontrarse con la de su papá parado a una distancia de él con su maleta.

Se le veía un poco más viejo de la última vez que le vio desde la ventana en el funeral de su mamá. Tenía más canas, la piel algo más arrugada, ojeras bajo sus ojos y se veía cansado.

Marc soltó un pequeño suspiro y a su papá se le formó una sonrisa en el rostro, ambos caminando hasta encontrarse a mitad de camino.

–Que gusto verte, hijo.–Le dijo con lágrimas en sus ojos.

–Sí, es... es bueno verte.–Le respondió Marc tratando de ver a todos lados menos hacia él.

–¿T-te importa si... te importa si te doy un abrazo?–Le preguntó extendiendo ambos brazos.

Marc levantó la vista para verle confundido ante su petición.

Después de no verlo por tantos años, después de todo el tiempo que Marc le ignoró y le culpó por no detener las acciones de su madre, ¿enserio lo único que quería era un abrazo?

De pronto Marc se sentía otra vez como ese niño pequeño de Chicago que acababa de perder a su hermano, y que lo único que quería era el consuelo y cariño de sus padres, y que le aseguraran de que no fue su culpa.

Marc tragó el nudo en su garganta y se acercó lentamente como si fuese un niño, dejando su barbilla en el hombro de su papá y éste le abrazó con fuerza, dejando besos en su cabeza y riendo con ligereza entre sollozos.

–¡Mira cómo haz crecido!–Le dijo con una gran sonrisa, alejándose para posar ambas manos en las mejillas de su hijo.–Eres todo un hombre, y ya hasta tienes una hija. Eso es maravilloso, no sabes lo orgulloso que estoy de ti, hijo.

Marc contuvo las lágrimas y bajó la cabeza con una pequeña sonrisa, tragando el nudo en su garganta.

Había una parte de él que no quería estar ahí, que le decía y le rogaba que por favor le cediera el control a cualquiera de los otros dos, tal vez Steven estaría más emocionado de ver a su papá. Pero otra parte le decía que se quedara, que hablara con su papá y recuperaran el tiempo perdido.

–Déjame ayudarte.–Le dijo tomando su maleta para guiarlo hasta el taxi y dejarla en el maletero.

–¿Ahora conduces taxis? Creí que eras parte del ejército.–Le dijo curioso subiendo al asiento del copiloto y Marc en el otro.