Tu maestra no pudo entregarte la carta al día siguiente ya que tu mamá biológica dio aviso de que estabas enferma por lo que no asistirías por el resto de la semana. Lo cual era cierto, pero de todas formas preferías estar en la escuela con fiebre antes que quedarte con ella en casa.
Matt con el testimonio de tu maestra ahora tenía más razones para dejarte bajo el cuidado de los chicos, por lo que dio una citación para una reunión de ambos abogados y la jueza a cargo del caso.
Mientras tanto los chicos, Layla y Elias trataban de mantener la esperanza de que tal vez las cosas ahora resultarían mejor que la última vez. Al fin y al cabo, ya habían pasado casi tres meses desde que te vieron por última vez.
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Era día Lunes y por fin habías podido ir a clases después de estar enferma mientras el mismísimo demonio (según lo que les dijiste a Khonshu y Taweret), te cuidaba. Aunque en realidad ambos dioses hicieron un mejor trabajo.
–¡Niños vayan a receso!–Dijo tu maestra con una sonrisa, mientras todos salían corriendo.
Tu grupo de amigos se acercó para llevarte, dos de ellos tomándote de las manos hasta que tu maestra los detuvo.
–Pequeños, necesito hablar con T/N un momento, luego ella los alcanza, ¿está bien?–Les dijo con una sonrisa.
–¡Sí maestra Michelle!–Dijeron ellos con una sonrisas saliendo por la puerta, cuando tu amiga se acercó a ti.–Te estaré esperando en los columpios para jugar.
–Está bien.–Le dijiste con una sonrisa antes de que ella te abrazara.
Una vez estuvieron solas en el aula, tu maestra y tu se sentaron en tu lugar igual que la última vez.
–T/N, mi niña... hace una semana hablé con tus papás y ellos te enviaron esto.–Te dijo con una sonrisa mostrándote el sobre, provocando que tu rostro se iluminara por completo y una sonrisa se formara en ti, algo que no veía hace mucho tiempo.
–¡¿Enserio?! ¡¿Entonces no se han olvidado de mi?!–Le preguntaste juntando ambas manos en tú pecho donde estaba tu corazón.
–Por supuesto que no, mi vida. Ellos te aman. Pero no puedes decirle a N/T/M sobre esto, ¿entendido? ¿Me lo prometes?–Te dijo alzando su dedo meñique.
–¡Lo prometo!–Le dijiste con una gran sonrisa tomando su dedo emocionada.
Tu maestra te ofreció una sonrisa y te entregó el sobre, dejando un beso en tu frente mientras se levantaba y se iba a su escritorio para darte cierta privacidad.
Abriste el sobre y dentro encontraste un chocolate de los que Jake siempre te enviaba, algo derretido pero seguía siendo de tus favoritos. Y luego de comer el chocolate, sacaste la carta que había dentro.
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"Mi princesa... no te imaginas lo mucho que te extrañamos. Todos los días pensamos en ti y en lo vacío que se siente nuestro hogar sin ti. Pero quiero que sepas que te amamos más que a nada en el mundo, que yo te amo con todo mi corazón. Jamás olvides eso. Mi mayor alegría, "Una pequeña luna" que llegó a nuestras vidas para traernos sólo felicidad. Papá Steven♡
Hija, recuerdo que el día que te alejaron de nosotros nos preguntaste si ya no te amábamos, preguntaste qué fue lo que hiciste mal, y nosotros no alcanzamos a responderte. Tu no hiciste nada malo, al contrario, hiciste todo lo que pudiste para que pudieras quedarte con nosotros y sin embargo no se pudo. Pero quiero que sepas que eres mi mayor alegría y felicidad. Tu sabes que yo siempre voy a hacer hasta lo imposible porque seas feliz, incluso si no estamos juntos. ¿Recuerdas la película de Lilo y Stitch? 'Ohana significa familia, y la familia nunca te abandona'... nosotros nunca te vamos a dejar, mi hermosa niña. Jamás. Papá Marc :)
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Una pequeña Luna (Moon boys x hija)
FanfictionUna noche, Steven llega tarde del museo y ve una caja fuera de la puerta de su edificio con una bebé dentro junto con una carta. Marc insiste en dejarla en un hospital, y Jake que se hagan cargo. ¿Podrán tres hombres, conviviendo en un mismo cuerpo...