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—Aquí tienes—extendí mi cuaderno con los ejercicios de inglés realizados a mi compañera de clase, su sonrisa se ensanchó.

Sunjin era muy sonriente y alegre, siempre que la veía lo pensaba. A principio de curso, cuando llegué nueva debido a que en el colegio anterior tenía algunos problemas con unos alumnos que se burlaban de mí, fue de las pocas que trató de hablar conmigo. Lastimosamente no estaba de humor para hacer amigos en esos primeros días.

—Soohael, te amo ahora mismo.

Suspiré antes de dedicar una leve y casi inexistente sonrisa a Sunjin. Después vino Sunhee preguntando si también se los podía dejar. No era la persona que más me agradaba, pero no me importaba dejar mis ejercicios; en el examen aprobaba quien los entendiera no quien los copiaba. Volví a los ejercicios que acababan de mandar, si los terminaba en clase podía ahorrarme tiempo en la biblioteca después.

Un par de goles en mi espalda me devolvieron a la realidad. Eché la vista hacia atrás encontrándome a Doyoun sonriente como siempre. Me sorprendió que me estuviera llamando, no solíamos hablar. Él me daba los buenos días y siempre me preguntaba si había dormido o comido, pero la conversación no solía avanzar mucho más por mis respuestas en monosílabos. Soobin me estuvo explicando la frialdad que desprendía responder de esa forma; por ello había comenzado a hacer frases algo más largas y elaboradas.

—¿Pasa algo?

—¿Vienes con nosotros después? En el recreo.

Me lo pensé, normalmente me pasaba el recreo hablando con profesores o en la enfermería acompañando a la señorita Lee. Suspiré indecisa, no entendía por qué de pronto, en medio del curso, querían que fuera con ellos. Al principio lo intentaron, pero mi situación en casa me tenía desesperada por volver pronto y escabullirme al sótano, no tenía tiempo de pensar en amistades. Ahora que mi padre se pasaba la mayoría del día en el bar podía descansar un poco más.

—¿Para qué?

Su sonrisa se ensanchó más. Quería integrarme, al parecer algunos de su grupo querían hablar conmigo desde el principio de curso pero era demasiado cerrada. Tras las largas charlas con Soobin comencé a abrirme un poco y eso estaba llamando a los de mi alrededor a conversar conmigo. Acepté la invitación, tampoco hacía cosas increíbles en el receso... además quería tener amigos, ¿Cierto?

—Deberías sonreír más.

Me llamó la atención ese comentario de Doyoun. Me dio un golpecito en mi mejilla y destacó que me veía linda sonriendo. ¿Estaba coqueteando? Volví la mirada a mi mesa; no sabía cómo reaccionar ante sus palabras.

Me levanté al sonar el timbre, seguí a Doyoun en silencio mientras él hablaba con su amigo Kyunsoo. Andaba tras ellos algo nerviosa, ¿Dónde íbamos? Salimos al patio, allí en uno de los bancos cerca de la cancha de baloncesto se encontraban dos personas más hablando. Doyoun volvió la vista hacia mí para comenzar a hablar conmigo. Me sorprendió que recordara mi silenciosa existencia tras él, pero más que se quejara de las clases como si fuéramos realmente cercanos; era una sensación nueva para mí, una calidez que no venía de manos de mi hermano. Supuse que sería un cero a la izquierda, un grupo hablando y yo escuchando, pero no era así o más bien Doyoun no dejaba que fuera así.

Me quedé de pie al lado del moreno, Doyoun hablaba sin parar, pero no tanto como Kyunsoo que hasta salataba mientras respondía a preguntas absurdas de Sunjin. Era un grupo realmente agradable.

—¿Dónde sueles pasar los recreos?

Miré de reojo, me estaban mirando todos expectantes, ¿Tanto querían saber? Doyoun esperaba la respuesta a su pregunta paciente, a pesar de que estaba pensando con detalle decir que no tenía ni un amigo, esperó sin meter otra pregunta o tema de conversación. Todos esperaron.

PARADISE, FULL OF LIES - YEONJUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora