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Eso era una mierda. Ver como seguía jugando baloncesto con sus amigos en el recreo era una tortura medieval, y no lo decía yo, lo decía Myung tratando de taparme la vista. Una semana sin hablar, pero la única afectada parecía ser yo.

Seonhu me puso delante un batido que había ido a buscar y me preguntó si había dormido; y la verdad es que tuve pesadillas toda la noche. Ni siquiera las recordaba. Bebí un sorbo y volví la vista a Yeonjun; había dejado de jugar para hablar con Beomgyu, él estaba con Kai y Tae en un banco a unos cuantos metros del campo de fútbol; pero en cuanto se acercó a ellos se levantaron. Desde mi lejana posición veía que se estaban gritando, conocía los gestos que hacían Beom y Yeonjun cuando elevaban la voz. Haru me dio un abrazo tapándome la vista de ellos.

—Esto no es sano, hablad.

Si las cosas fueran tan sencillas... Después de cómo me dirigió la palabra y las cosas que dijo, no sabía ni cómo empezar una conversación con él.

—¿Y qué le digo?

—¿Qué quieres hacer?—preguntó Alisson—A veces querer no es suficiente. Las cosas tienen que funcionar, y claramente solo una parte se preocupa de que la relación siga adelante. Sé que eres muy indecisa y que te aferras mucho a la gente de tu alrededor, pero tal vez...

—¿Debería… cortar con él?

—No pongas esa cara de espanto—Myung pasó su brazo a mi alrededor—Las relaciones se acaban a veces, quédate con lo bueno y sigue adelante.

—Aún está dolida, no lo digas como si fuera fácil—Seonhu se agachó frente a mí—Escucha, no me sé todos los detalles, pero si él está por ahí con sus amigos mientras que tú te estás planteando a dónde va a parar vuestra relación; algo no está bien. Respira, piensa en cómo de feliz eras antes y cómo estas ahora; reflexiona cuándo ocurrió ese cambio y mira si tiene solución. Apóyate en tus amigos y recuerda que las heridas sanan.

—Mírale, don consejero—susurró Myung burlándose. Se me escapó una sonrisa mientras peleaban; me alegraba tener amigos como ellos.

Terminándome el batido escuché unas voces acercarse que reconocí rápidamente. Mi cuerpo de congeló, quería salir huyendo de allí cuento antes. La tensión se iba acercando, era como una nube de tormenta que se veía desde lejos y no había forma de evitar. Miré a Myung, estaba seria con la vista hacia donde Yeonjun estaba.

—No, Yeonjun. Esto lo vas a solucionar solo.

La voz de Beom enfadado era muy diferente, demasiado.

—¿Para qué quiero un mejor amigo si no me va a ayudar?

—Te ofrecí ayuda, apoyo y me lo pagaste ignorándome y echándome a un lado. No, no me vengas con el cuento del mejor amigo; porque tú no lo estás siendo tampoco.

—Beom…

—Pídele ayuda a Wooyoung, seguro que te conoce mejor que yo; porque no sé quién cojones eres ahora mismo.

Beomgyu se percató de que estaba a un par de metros de mí. Desde ahí pude apreciar las ojeras de Yeonjun y Beomgyu, ninguno había tenido una buena noche. Haru se levantó y se interpuso entre la mirada de Yeonjun y yo. Myung me levantó apresurada y me empujó con Ali y Seonhu hacia el edificio. ¿Cómo podía ser tan diferente con sus amigos que conmigo? Aún recordaba su sonrisa y su risa mientras sus manos rozaban cada centímetro de mi piel hacía unas semanas; ¿Volvería todo a como era antes? Tenía bastantes dudas, pero saber que ni siquiera estaba atendiendo a su amistad con Beomgyu me hacía estar más segura de que yo no quería estar con ese Yeonjun.

Me dormí en clase, necesitaba realmente esa cabezada si quería ponerme al día en casa después.  Myung se reía de las babas que había dejado en la mesa, incluso Haru no podía contener su sonrisa. Esas babas eran la prueba de que apenas había conciliado un par de horas de sueño de forma adecuada. Empujé a Alisson cuando me llamó mapache para avisarme de que tenía un cordón desatado. Paramos en medio del césped, estábamos casi en la entrada. Me até rápidamente los cordones antes de escuchar un montón de voces gritar el nombre de Yeonjun. Al ver un enorme círculo de personas no dudé en correr hacia allí ignorando a Haru que trataba de advertirme de que no fuera. Dentro del círculo estaba Yeonjun de pie limpiándose la sangre que brotaba de su nariz, pero eso no fue lo peor, fue ver a Beomgyu en el suelo también sangrando, por la boca.

PARADISE, FULL OF LIES - YEONJUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora