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Me senté en el porche mirando la pantalla de mi móvil. Soobin me había mandado un vídeo de Eric borracho gritando que quería montar un pony antes de morir. Sonreí, llevaba un día y ya lo echaba de menos. Levanté la vista encontrándome con el atardecer a lo lejos. Lo único malo de esa zona de Busan era los rascacielos cercanos a las playas, aunque nos pillaba bastante lejos el ambiente de ciudad. Cerré los ojos unos segundos recordando lo que llevaba de día, mi mente fue directa al momento en el que Yeonjun se quitó la camiseta. Supuse que sería delgado, pero mi vista no podía salir de su ombligo; ¿Por qué me gustó tanto? No tenía una explicación, simplemente me fijé en él. Suspiré recordando la vergüenza que me dio quitarme la ropa y quedar en bañador, no solo me alabó Sunjin, incluso Doyoun me dijo que me quedaban bien esos colores. Mi memoria hizo un enorme salto volviendo a la tienda donde compramos la comida, ¿Tan guapa era la empleada? Quiero decir, no estaba nada mal, pero Yeonjun estuvo un rato ahí con ella. No quise interrumpir, pero acabé haciendo caso a mis instintos y me planté en medio de ellos.  y lo peor de todo, con unas hamburguesas.

—¿No entras?

Beomgyu se sentó a mi lado mirando el cielo casi oscurecido. Suspiré negando, dentro estaban jugando a retos y verdades; tenía miedo de esos juegos. Había tantas cosas que no quería decir... Beomgyu venía con dos vasos de lo que parecía Fanta de naranja, me dio uno y sonrió viendo como bebía de él. Él sabía de sobra que era la única bebida con gas que ingería.

—¿Qué tal la imagen de Yeonjun sin camiseta?

—No me hables de eso—susurré.

No podía quitarla de mi mente. Dejé el vaso en el porche y llevé ambas manos a mi rostro, me daba vergüenza hasta mirarlo con tanto descaro cuando se secaba la cabellera con la toalla.

—He visto que Doyoun y tú habláis mucho.

—¿Qué insinúas?—conocía bastante bien a Beomgyu para saber que cuando hacía esas observaciones era por algo.

—¿También te gusta?

—¿También?—levanté la ceja bebiendo —Me gustaría si no estuviera obsesionada con Yeonjun. Me trata bien y eso.

—Wow, ¿Obsesionada? No lo parece, estás pegadita a Doyoun.

No lo decía con ironía, últimamente trataba de dejar de tenerlo en el centro de todo. Aunque mi mirada lo siguiera me la pasaba con el resto de mis amigos. Si estaba tan pegada a él se daría cuenta de que me gustaba y no quería joder nada de nuestra amistad. Ya estuve separada de él tras ek día de mi graduación y no quería experimentar más eso.

—A mí me gustó una vez alguien, aunque ya casi ni lo recuerdo. Estuvo tanteándome durante semanas para después decirme que tenía novio. Una desgracia; no me mires así.

—¿Es normal que tenga ganas de asesinar a esa persona?

Asintió lentamente. Rápidamente cambió de tema, hablar con Beomgyu era sanador. Pasada una hora y poco salió alguien más, Yeonjun venía con el cigarro en su boca y el mechero en su mano. Se sorprendió al vernos en el suelo del porche, señaló el sofá confuso. Podríamos habernos sentado ahí, pero ya no iba a moverme. Encendió su entretenimiento y miró el humo unos segundos antes de ponerse a mi lado aclarando que el humo no nos daría así. Como si me molestara que estuviera a mi lado.

—Mañana voy al Spa con Taehyun y Kai, ¿Vienes?

Beomgyu aceptó de inmediato. Yo había tenido una conversación con Doyoun en la playa. Era un amante del mundo marino, no me lo creí hasta que comenzó a explicar y nombrarme peces del Animal Crossing.

—Yo iré al acuario con Doyoun.

Beomgyu me preguntó por eso, pero Yeonjun quedó en silencio completo. Miró su cigarro consumirse con una expresión molesta y pensativa, ¿Le molestaba estar en el porche y no en el sofá? ¿O que se estuviera acabando ya el cigarro?

PARADISE, FULL OF LIES - YEONJUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora