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Dejé los apuntes a un lado del colchón. La pregunta que me hizo Sunjin hacía unos días me estaba persiguiendo, ¿Qué narices quería estudiar? Me había pasado tanto tiempo huyendo de mi casa, centrándome solo en sacar buena nota para evadir cualquier pregunta de profesores y ahora estaba a la deriva. Estudié sin propósito, ni siquiera sé si quiero estudiar en la universidad; aunque mi hermano se ve bastante feliz. Eché la cabeza hacia atrás golpeándome con la pared. Cerré los ojos, pero no pude tranquilizarme, Uk decidió ponerse sobre mis piernas y enganchar las patas de atrás entre ellas. Sonreí viendo cómo trataba de agarrar uno de los múltiples ovillos que mi hermano había comprado. Se lo mandé a rodar viendo cómo lo perseguía ilusionado. Mi tripa rugió, pero antes de poder acercarme a la nevera a por algo de cenar escuché unas llaves; reconocía ese sonido. Me levanté alarmada agarrando mi móvil y subí rápidamente las escaleras; había olvidado arreglar el seguro de la puerta al sótano y mi hermano estaba en casa de Eric. Al salir del sótano me encontré con la cara de mi padre al verme en la cocina. Su sonrisa se ensanchó. Dejó su abrigo sobre la encimera. Agradecí tener una isla en medio de la cocina, gracias a ella pude rodearla y salir corriendo de la cocina sin que me cazase. Salí de casa, no escuché que saliera tras de mí. Me senté en el banco aguantando las lágrimas, me había llevado un susto al verlo en la puerta. Debí haber arreglado el cerrojo nada más llegué a casa, pero sabía que llegaría tarde y quise aprovechar para ducharme primero, luego se me olvidó... Mi tripa volvió a rugir, no era mi día de suerte. Me recosté en el banco mirando el cielo, estaba despejado al completo. No tardé en recordar que estaba en pijama en la calle, aunque mi pijama era más bien ropa deportiva. Un chándal blanco y una camiseta corta ancha algo arañada por abajo por culpa de Uk; con suerte llevaba unas zapatillas puestas porque el sótano tenía humedades en las esquinas y me daba asco ir descalza hasta arreglar ese problemita. Al menos no hacía mucho frío, aunque la brisita no la aguantaría toda la noche. Miré la hora en el móvil, acababan de dar las diez.

—Empieza a preocuparme encontrarte siempre en este banco.

Sonreí apagando la pantalla de mi móvil. Ahí estaba él, sonriente como siempre y vestido de una forma que sólo él podría.

—A mí me preocupa que pases por aquí a las diez de la noche, que yo recuerde vives a unas cuatro cuadras calle abajo.

Yeonjun se sentó a mi lado.

—Wow, no pensé que fueras tan directa.

—¿Quién tendrá la culpa?

Yeonjun rió subiendo sus piernas cruzándolas sobre el banco. Copié su acción.

—¿A dónde ibas?

No respondió, sólo se acomodó allí y buscó algo en su móvil. Me miró de reojo antes de presionar la pantalla. Comenzó a sonar "París in the rain" de Lauv.

—No preguntaré qué haces aquí porque no me vas a responder—se levantó de un salto—pero me vas a acompañar.

Esperó a que me levantara. Negué con una sonrisa, no iba a ir por ahí con la camiseta rota y con Yeonjun con su música puesta.

—Estoy en pijama.

Vi como sus cejas se curvaron. Tal vez había dado un dato que lo llevaba a deducir por qué estaba allí fuera en plena noche. Igualmente prometió no preguntar, así que no sentí que la había liado demasiado.

—¿Quieres mi sudadera?

—Depende—murmuré—¿Qué tienes debajo?

Elevó las cejas sin quitar la sonrisa. Entendí de inmediato qué se le estaba pasando por la cabeza, me levanté a empujarlo; no podía tener la mente tan sucia.

PARADISE, FULL OF LIES - YEONJUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora