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Me senté en el muro mirando el reflejo de la luna en el agua mientras Yeonjun trataba de secarse un poco para no empapar el coche. Fue realmente gracioso verlo saltar al agua a por mis zapatillas.

—Mangata.

—¿Eh?

Yeonjun señaló el mar con una sonrisa.

—La luz de la luna reflejada en el agua, se llama mangata en sueco.

—Mangata—susurré fascinada, sonaba interesante—¿Sabes sueco?

—Obviamente no, Sunnie.

Sunnie...ahora ese apodo me ponía más nerviosa que antes. Yeonjun miró hacia abajo antes de soltar un largo suspiro y levantar la vista al cielo nocturno.

—Aún no me creo lo que hice—me miró durante unos segundos antes de ver al frente—¿Sabes que cuando te llamo Sunnie o Sunshine se me acelera el corazón? Suena ridículo—movió las piernas que colgaban del muro—¿Puedo agarrar tu mano?

—¿Mi mano?

Acepté algo nerviosa. Sentí rápidamente su mano sobre la mía, sus dedos se entrelazaron con los míos; estaba algo fría seguramente del agua del mar. Me llevé la otra mano a la cara de la vergüenza, Yeonjun rió por mi acción, le pareció tierna.

—No es gracioso, estúpido —murmuré.

—Oh, sí que lo es.

Sentí cómo acariciaba mi mano con el pulgar, ¿Cómo era tan reconfortante? Si una acción tan mínima como era agarrarnos de la mano me ponía así de nerviosa, ¿Qué pasaría si me abrazara o me b-b-besara?

—¿Volvemos?

Mierda, había que volver. Vio mi cara de pánico y se echó a reír. Amaba su increíble buen humor, pero realmente estaba en pleno ataque de pánico. Yeonjun ahora era mi novio, teníamos una relación...¿Cómo se lo decía al resto? ¡Mi hermano! ¡No pensé en mi hermano! ¿Qué cara va a poner cuando volvamos y sepa que estamos...? ¡Dios, santísimo! Soobin me echaría de casa...miento, se iría él.

—Beomgyu sabe a qué te traje aquí, Sunjin lo verá en tu cara cuando llegues. El resto lo descubrirá tarde o temprano, ¿Quieres tratar de ocultarlo igual?

Tampoco sabría ocultarlo, si se me notaba que me gustaba Yeonjun según Sunjin cuando no éramos nada y no pretendía serlo; ahora se me vería como si lo tuviera escrito directamente.

—No—susurré—Pero no sé cómo actuar, nunca tuve pareja y no sé cómo funciona esto.

Soltó mi mano y se dio la vuelta en el muro, puso los pies en el suelo. Sentí frío en mi mano, al final sí que estaba calentándomela.

—Déjate llevar, no es muy diferente a lo que teníamos antes. Tú y yo, no pienses en nada más.

Se levantó del muro y señaló la dirección en la que se encontraba el coche. Él y yo... sonaba realmente extraño.

—Simplemente sé tú misma, yo me encargo.

Una sonrisa brillante, se agachó frente a mí mostrándome su espalda cubierta por la camiseta, su única prenda seca además de los zapatos. Miré mis pies descalzos y entendí su acción.

—Puedo ir caminando...

—Anda, sube, boba.

—Idiota—susurré.

—Tu novio trata de ayudarte, aporta un poco.

La palabra novio me derritió en el muro, era incapaz de levantarme si estaba sufriendo un ataque de vergüenza. Me llevé ambas manos a la cara, estaba ardiéndome. Yeonjun se dio la vuelta listo para recriminarme, pero se quedó mudo al verme completamente roja, nunca había sentido mi rostro tan ardiente. Yeonjun también se sonrojó, pero en menor medida. Desvío la mirada susurrando que me veía demasiado linda.

PARADISE, FULL OF LIES - YEONJUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora