Elena
Me encuentro completamente paralizada, no puedo creer que Razvan realmente viniera tal y como lo dijo. Es que aún me encuentro cautiva por la belleza de este hombre. Pareciese como si los mismísimos ángeles hubieran perfeccionado cada parte de su cuerpo.
Esa mirada tan profunda y enigmática es capaz de causar estragos en mi cuerpo, su mandíbula cincelada le da un porte más formal y masculino, esa ligera barba que logra enmarcar sus perfectos labios, unos labios que logran hechizarme.
-Es un placer volver a verte Elena.- su profunda y cautivadora voz me trae de regreso a la realidad, inmediatamente mis mejillas se sonrojan al darme cuenta que he pasado los siguientes cinco minutos observándolo.
-Hola.- susurro algo cohibida
-Permite decirte que luces hermosa este dia.- me sonrojo a mas no poder. Tengo puesto un vestido en color azul mi favorito suelto con un par de holanes, mi cabello lo trence dejando un par de cabellos sueltos, un delantal que va desde mi cintura hasta mis rodillas y puedo jurar que tengo resto de harina en el rostro ya que ayude a Nat en la cocina.
-Muchas gracias.- sonríe y pronto escucho un tos a su lado y justo en ese momento me percato que no se encuentra solo.
-Te quiero presentar a un buen amigo mio.- señala al hombre a su lado.
-Un gusto conocerla señoria.- se coloca de pie, toma mi mano y deposita un beso en ella ¡Oh Dios! .- Mi nombre es Loan.
-Un...un placer.- menciono algo cautivada por su belleza, claro que Razvan es mucho más atractivo pero...
-Loan.- murmura y al girarme a verlo, puedo ver que esta algo serio. Loan le sonríe y se regresa a su lugar.
-¿Quieren que les dé más tiempo para ordenar?.- pregunto ya que mi jefe no deja de observarme y es porque llevo casi veinte minutos hablando con ellos.
-No es necesario.- interviene Loan.- Yo quiero un desayuno completo y un café negro.- asiento mientras anoto el pedido. Me giro a Razvan quien sigue observándome.
-Yo solo quiero un café negro.- asiento.
-¿Seguro que solo quieres un café?.- menciono ya que no está bien que no desayune.- Podrías sentirte mal sino comes algo.- cubro mi boca al darme cuenta.- Lo lamento yo...
-Descuida.- me sonríe y mi corazón palpita.-¿Qué podrías recomendarme?.- sonrío.
-Si no te apetece un desayuno quizás puedas probar uno de los postres.
-¿En serio?.- asiento.- ¿Cuál me recomiendas?
-Pastel de zanahoria.- menciono.- Es mi favorito.
-Entonces ese será.- asiento.
-Les traigo su pedido.
Puedo jurar que me están observando, y a pesar de que solo estoy a dos mesas de distancia de la barra, me parece demasiado lejos y temo hacer algo vergonzoso.
-Oye.- me intercepta Nat mientras le paso el pedido al cocinero.-¿Quiénes son esos hombres tan hermosos?.- nos giramos y puedo ver como ambos conversan.
La verdad es que suelo ser muy tímida cuando se trata de hablar con hombres, además de que cuando conocía a alguno extrañamente desaparece o dejaba de hablarme, supuse que nunca fui realmente del interés de algún hombre pero...
Razvan.
A pesar de que lo conozco de horas, no he podido dejar de pensar en él, no sé porque me siento tan tranquila a su lado, siento como si pudiera ser yo misma.
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THE DARK KING (actualizando)
FantasyPor mucho tiempo te busqué... Por mucho tiempo te soñé... Por mucho tiempo te anhelé... Eres mía. Tu cuerpo, tus labios, tus carisias, tus sueños, tu alma. Me perteneces completamente. Tómame. Aquí estoy. Te pertenezco. Ahora y en la eternidad.