Capítulo 30 Marcas en la piel

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Elena

Después de ese momento en el que Kaia y nos enfrentamos, jamás volvió a cruzar palabra conmigo tal parece que fue más su humillación al ser derrotada por alguien que apenas y sabia tomar una espada.

Pero solo fue entrenamiento, no comprendo cual fue su molestia.

-Veo que ya lo haces mejor.- me giro observar a Gabrielle quien me sonríe.

-Se podría desir.- me encojo de hombros.-¿Dónde están los demás?

-Hablando con Razvan.- asiento.- Quería saber cómo estabas.

-Razvan te lo pidió.- hace una mueca.

-Ese demonio no me manda.- se cruza de brazos mientras me indica que la siga.- Casualmente venia a verte cuando me pidió información sobre ti.- sonrío

-Entiendo.- observo el cielo que se encuentra gris, con el cambio de estación últimamente llueve mucho y hace frio, afortunadamente el castillo se mantiene caliente.-¿A dónde irán todos?.- pregunto curiosa.

-Vamos.- sigo a mi amiga hasta la entrada del castillo en donde esta Razvan, quien al verme sonríe y me pide acercarme a el.

-Hola.- saludo tímida

-Hola mi dulce Elena.- me abraza y besa castamente mis labios. Desde el encuentro con Kaia puedo notar a Razvan más intenso conmigo y es que aún está presente en mi mente la promesa que me hizo, sé que llegara el momento en el que ambos estaremos juntos.

-¿A dónde van todos?

-El momento de la batalla se está acercando.- me tenso.- Tenemos que prepararnos para todo a Jôsghel no le queda demasiado tiempo. Todos tienen algo que hacer, una tarea especifica.- asiento.-Regresaran en dos días.

-Entiendo.

Loan y el Conde Viktor viajan juntos al igual que la princesa. Kai y su padre se marchan a su reino mientras que Gabrielle se reúne con sus guerreros y vuelan lejos. Cornelia se la ha pasado recitando unas cosas bastante extrañas mientas sus manos se mantienen extendidas.

-Vamos adentro.

Caminamos hasta el interior del castillo, al cerrarse las puertas caigo en cuenta que Razvan y yo estaremos solos por dos días completamente, mi corazón comienza a acelerarse.

-¿Elena?.- salgo de mis pensamientos, al girarme Razvan me observa detenidamente.-¿Te sientes bien?

-Si si.- respondo torpemente intentando no verlo demasiado pues últimamente su presencia me pone más nerviosa.

-Estas algo sonrojada.- me observa y arquea una ceja, puedo jurar que sabe porque.-¿El clima?.- sonríe con burla mientras yo puedo sentir como mi rostro se sonroja más.

-Hace frio.- es una respuesta tonta.- asiente sin dejar de sonreír.- Creo que tomare un baño.

-Está bien, pediré que te lleven la cena.- asiento.- Iré en un momento.- me acerca a el y tomas mis labios con ferocidad, mordisqueando mi labio inferior logrando que salga un gemido. Y sin más solo se retira dejándome con un estremecimiento en mi cuerpo.

Últimamente mi cuerpo reacciona más a la cercanía de Razvan.

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Acabo de tomar una ducha, al salirme aún no se encuentra Razvan por lo que suspiro aliviada, me doy cuenta que en la mesa que esta frente a la cama se encuentra mi cena.

Decido acercarme y comer algo ya que en todo el día no he probado bocado alguno. La cuenta esta deliciosa y suspiro de placer prácticamente me he comido todo, de pronto un trueno se escucha logrando que me estremezca.

THE DARK KING (actualizando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora