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Hongjoong sacó el aparato que descansaba debajo del traje que tenía puesto, comenzando a marcar el número de Yunho

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Hongjoong sacó el aparato que descansaba debajo del traje que tenía puesto, comenzando a marcar el número de Yunho. En la capital habían aparatos que facilitaban la comunicación entre las personas, había alumbrado eléctrico, trabajos estables, y también transitaban vehículos que ayudaban a la movilización de los ciudadanos, cosa que en el campo no había, no se contaba con el presupuesto para tener todas esas cosas, además de que la señal llegaba muy poco lo que inutilizaba los celulares, por eso utilizaban papel para hacer comunicados, caballos en lugar de carros, la iluminación se mezclaba con la electricidad y a veces se utilizaba el fuego, ya que los fusibles fallaban.

La mayoría de los países no poseía mucho que pudiera prometer una calidad de vida digna, el mundo que habitaban se sostenía entre conquistas y cosas que los países intercambiaban por oro, pero por las constantes guerras que había de unos con otros, el desarrollo se veía estancado y ni hablar de la contaminación que las bombas causaban. El ambiente de la ciudad era más lúgubre que el del campo, el sol muy apenas podía apreciarse por la cantidad del humo y de la arena. El clima era cambiante, había ocasiones donde el calor podía ser insoportable y otras donde el frío era el peor enemigo.

Yunho atendió la llamada cuando el celular vibra, comunicándole a Hongjoong donde se encontraba.

El príncipe al terminar la llamada emprendió el camino hacia el restaurante que el general le había dicho. Al llegar, buscó a Yunho entre las tantas mesas que había hasta que lo visualiza en un asiento cerca de un ventanal.

— ¿y bien?

Hongjoong preguntó, ansioso por la respuesta que Yunho le daría.

— príncipe heredero. — Yunho hizo una leve venia con la cabeza mientras se limpiaba la boca con una servilleta y tragaba lo que masticaba para poder hablar correctamente. — pude conseguir siete mil camiones militares, capitán. — finalmente dijo, sonriendo junto al príncipe. — es probable que los del este ya sepan nuestra movida, no van a tardar en atacarnos al ver que les declaramos la guerra.

Hongjoong aplaudió con una gran sonrisa en los labios, dejando salir el aire que había retenido. — no era la cantidad que tenía en mente, pero nos servirá. Por mi parte pude conseguir más armas de las que tenemos, tendré una entrega que llega en barco mañana. — Hongjoong jugueteó con el anillo que tenía en el dedo índice, mirando a Yunho. — lo harán, pero nosotros no hemos provocado esto, han sido ellos por molestar al rey.

— de cualquier manera, son buenas noticias, capitán, a pesar del corto tiempo que hemos estado aquí, avanzamos bien y rápido. — Yunho dijo, mostrando la felicidad que aquello le causaba. — el sol y la luna están de nuestro lado, podremos salir casi ilesos de esta batalla.

Hongjoong estuvo de acuerdo con lo que el general había dicho. — antes de venir aquí, mandé un correo al cuartel, solicitando la ayuda de un regimiento. Necesitamos transportar el cargamento que llevaremos a la frontera.

FIREWORKS || SEONGJOONG/HONGHWADonde viven las historias. Descúbrelo ahora