Después de los 30 [Yoonmin] #2

🌼 Capítulo 8 🍂

─ Aquí está, es pequeño y no se logra ver con claridad, pero ese es tu bebé comenzando su formación.

Jimin agrandó los ojos con interés al escuchar dichas palabras, su omega ronroneando con total gusto y felicidad, era quizá la primera vez en semanas que un poco de alegría se pintaba en su olor.

Y es que la parte humana aún no sabía cómo tomar este cambio en su vida, siendo todo tan repentino y complicado por cómo andaban las cosas; pero el lobito ya lo amaba, amaba esa diminuta vida que apenas comenzaba a formarse en su vientre, por eso sus feromonas estaban más dulces que otras veces.

─ Son cinco semanas y todo se ve en orden, fue buena idea que vinieras a pesar de que tu gestación apenas inicia, muchas veces llevar un control desde muy temprano puede evitar complicaciones ya más tarde ─ dijo con una radiante sonrisa la omega de cabellos dorados y piel morena.

Jimin aún no podía creer que estaba en cinta, sus ojos lo estaban viendo pero se le hacía tan irreal, hace poco más de un mes ni siquiera había iniciado su vida sexual, nunca pensó que se fuera a convertir en padre tan luego.

─ Creo que ya lo ví ─ no estaba seguro en realidad, pero su omega le hacía sentir que esa pequeña mancha un poco más oscura en medio de la pantalla era su bebé, es tan pequeño y no tenía forma, es curioso pensar que en unos meses esa cosita le estaría dando pataditas.

─ Es aquí ─ la rubia apuntó con su dedo y Jimin comprobó que no estaba equivocado ─ dentro de poco tu vientre comenzará a crecer y irá tomando forma.

Con una servilleta la omega retiró todo el gel del vientre de Jimin y una vez limpio este bajo su camisa y se acomodó el abrigo.

─ Quiero una foto ─ pidió a lo que la fémina accedió e imprimió una fotografía.

Jimin pensó en que Yoongi querría tener la primer fotografía de su hijo cuando este aún estuviera dentro de su cuerpo, entonces sus mejillas se calentaron al imaginar a un alfa sonriendo genuinamente como solía hacerlo antes.

Sonrisa que extraña demasiado.

─ Gracias ─ agradeció antes de ponerse de pie, Jimin recordó que tenía otro compromiso, uno muy importante por cierto.

─ De nada, puedes volver en quince días si gustas ─ volvió a su silla y de la gaveta de su escritorio sacó una hoja de papel ─. Aquí tienes una guía con cuidados que tienes que comenzar a realizar a partir de ahora  ─ era un detalle que siempre le daba a padres primerizos cómo Jimin.

─ Gracias, me sirve mucho ─ cuando tenga un poco de tiempo lo leerá detenidamente.

Una vez terminó su cita salió al estacionamiento y comenzó a manejar su carro rumbo a un lugar en específico.

Jimin no llevaba la cuenta de cuántas veces había intentado hablar con su alfa, pero a la semana eran unas cinco aproximadamente; una tan sola vez le había contestado el teléfono y su respuesta lo dejó mal y hecho un manojo de malas emociones que lo llevaron a no dormir esa noche y llorar abrazado a su peluche siendo Sora su única compañía.

"Lo lamento Jimin, te amo y me duele esto, pero no me siento bien, quisiera dormir por un largo tiempo y que al despertar todo sea una pesadilla; pero siempre que duermo me despierto con el mismo dolor y agotamiento, mis manos aún pueden sentir el cuerpo inerte y caliente de mi madre, su rostro con quemaduras es una imagen que siempre me atormenta, no logró olvidarlo, no logró salir de esto… Siento que te haya tocado un alfa tan débil y patético cómo yo… de verdad lo siento"

Se le hace un nudo en la garganta al recordarlo, su voz ya no tenía la misma vida y emoción, estaba más ronca y baja, Jimin de verdad lo escuchó mal.