🌼 Capítulo 14 🍂

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Misuk caminaba a paso lento por los pasillos del colegio donde sus nietos estudiaban, su andar era tranquilo e inseguro porque sabía que lo que haría quizás era inapropiado, pero la influencia de su lobo y sus propios sentimientos lo hacían actuar de manera un tanto torpe.

No había soportado actuar como un desconocido, no quería vivir el resto de su vida ignorando sus sentimientos, ignorando el llanto de su parte lobuna quien cada vez que lo veía y se despedía de él tratándolo como el profesor de su nieta una parte en su alma se quebraba.

Sabía que lo que los unía era mucho más que eso, era mucho más que el hecho de tener un hijo juntos, era mucho más que la historia antes vivida, lo que los unía es algo más espiritual, un lazo que nunca llegaron a completar por lo injustas que fueron sus situaciones y lo diferentes que fueron sus estilos de vida.

Necesita hablar con él, ya no puede seguir aguantando el nudo en su garganta cada vez que lo mira, soportando la tristeza de tener que irse cada día y no quedarse un rato más disfrutando de su aroma, ignorando el deseo inmenso de darle un abrazo, de decirle que a pesar del tiempo lo sigue amando con locura, que él ha sido su único amor y que su recuerdo se ha permanecido vivo en su memoria.

Está tan nervioso, a medida que se acerca a la puerta del salón su corazón palpita con más fuerza y las ganas de salir corriendo toman fuerza, pero ya no es tiempo de ser un cobarde, lo fue durante más de 30 años y ahora es su momento de redimirse, quizá no resuelva nada, pero debe intentarlo para estar más tranquilo y en paz con él mismo.

Ni siquiera tiene un plan, no sabe qué le dirá al padre de su hijo cuando crucé la puerta, tampoco está seguro si logre mantenerse de pie, si ya de por si le está costando llegar y siente que el aire se le estanca en los pulmones. Los intentos de su omega por tomar el control y correr a los brazos de su amado son constantes y fuertes, pero sabe que algo así lo tiene que realizar estando lúcido, sin ceder al deseo inhumano de su lobo.

Sus nietos están dentro de su vehículo, el cual dejó con seguro; sabe que es irresponsable dejarlos solos y quizá después de unas horas se reproche por hacerlo, pero no soporto más, desde que los vino a recoger y los llevó hacia el coche no dejó de sentirse asfixiado por las enormes ganas de tener una conversación digna con Hangsul.

Y una plática digna para el omega es una donde no tenga que callarse, no tenga que tratarlo como un desconocido y que él no le hable de tareas y la conducta de su nieta, algo más digno para él es poder decirle aunque sea un 10% de lo que siente, porque sabe muy bien que para sacar todo lo que tiene guardado hará falta más que una simple charla de minutos.

Armándose de valor dio dos sutiles toques a la puerta gris recibiendo casi de inmediato el sonido de su voz permitiendo su entrada.

"Es hora, se fuerte por favor" su omega lo apoya y solo puede suspirar erráticamente y de forma temblorosa, cierra los ojos y deja de contener el aire encerrado en sus pulmones, no se siente listo, pero toma el valor del omega quien siempre lo ha estado.

Finalmente abre la puerta y lo ve parado a un costado del escritorio, es entonces cuando todo su interior tiembla.

Hansul se encontraba concentrado, su turno había terminado hace cinco minutos pero como es de costumbre se toma su tiempo para dejar en orden todo lo que mantiene encima de su escritorio.

Cuando la puerta se abrió fue capaz de percibir el aroma de Misuk y todo intento por mantener la concentración antes mencionada fue tan inútil como tratar de controlar a su lobo quien al sentir de quien se trababa despertó y quiso apoderarse de su cuerpo y mente.

Pero el alfa era experto en mantener a su lobo al margen, vivir años alejado de su único amor le brindó la experiencia necesaria para reprimir sus deseos, ocultar muy al fondo de su ser sus emociones y sentimientos para que estos no le causarán un daño permanente. Por más que quiso enterrar los sentimientos que sentía hacia el omega al que una vez le entregó todo su amor nunca lo logró, lo más que pudo hacer fue vivir con ello, arrastrar el recuerdo de aquella dulce sonrisa que muchas veces lo cautivo e impulsó a hacer cosas estúpidas.

Después de los 30 [Yoonmin] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora