🌼 Capítulo 11 🍂

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─ Soy consciente de mi infantil comportamiento y de lo irresponsable que fuí, estoy dispuesto a pagar las consecuencias; pero por favor, no me despida, pido otra oportunidad.

Pidió un humillado y nervioso Yoongi, quien para mostrar todo su arrepentimiento hacía una reverencia mientras Namjoon miraba con una expresión seria, pero sin llegar a ser fría o intimidante.

Todo esto dentro de la Oficina del alfa y mientras la conversación se llevaba a cabo Jimin se comía las uñas detrás de la puerta, nervioso y curioso de saber lo que hablaban.

Claro que el omega sabía el motivo de la presencia del pelirrojo, pero no conocía la reacción que el mayor podría tener al respecto, Yoongi rompió toda regla posible, cualquier otro empleado ya estuviera más que despedido, es gracias a la gran confianza y cariño que el moreno le tiene al pálido que aún le permite estar dentro de la empresa, implorando una segunda oportunidad.

Jimin ya había hablado con Namjoon, prometió hacer que Yoongi reaccionara y saliera de ese cuadro depresivo en el que estaba, para que éste siguiera cumpliendo con su papel de empleado, solo espera que el mayor sea compasivo y pueda darle una segunda oportunidad a su alfa.

Jimin está seguro que lo hará bien, sabe que su alfa tiene toda la capacidad para poder levantarse incluso si tiene que empezar desde cero otra vez, solo espera que Namjoon piense lo mismo.

Dentro de la Oficina una seria charla la cual parecía la de un padre a su hijo se estaba llevando a cabo.

─ No me cuesta hacerlo Yoongi, puedo darte la oportunidad que me estas pidiendo, ¿pero quién me asegura que ya estas completamente bien mentalmente para el trabajo? ─ pregunta el alfa recargando su espalda en su silla.

Yoongi sabía que su omega estaba afuera, podía olerlo, podía sentirlo, por eso sabía que no podía salir con una triste noticia de esa Oficina, no tendría la cara para verlo a los ojos y decirle que hecho a perder un buen trabajo por pensar como un estúpido, por aislarse, por haber olvidado que no estaba solo.

─ Yo le doy mi palabra que sigo siendo el mismo Yoongi de siempre, el que hacía bien su trabajo y se esmeraba día con día para mejorar ─ lo miro a los ojos, había mucha determinación, tanta que sus ojos brillaban, había una chispa ardiente que el contrario noto, era las ganas de superación de un joven que se equivocó, pero busca remediar de alguna forma su error ─. Sé que me equivoqué y retrocedí de forma abismal, pero son nuestros propios errores los que nos forman, aprendí que debo cuidar aquello que tengo. No sólo descuide mi trabajo, descuide a mi omega y a mi mismo. Gracias a la Luna pude recuperarme, tengo a Jimin a mi lado y eso es una gran bendición, pero no tengo nada para ofrecerle ─ odiaba sentirse así, se estaba abriendo completamente, diciendo lo mal que se sentía.

Jimin pudo sentir, todas esas emociones negativas eran las que Yoongi estaba tratando de ignorar.

Se concentró en que sus aromas se dispersen y puedan llegar a la nariz de su alfa, que sus emociones puedan llegar a él por medio del lazo y puedan eliminar las negativas que hacían que su alfa se sintiera mal.

Yoongi continuó. ─ Prometí esforzarme para ser el alfa que el merece, pero hasta ahora no voy ni por la mitad del camino, se que ni la vida me alcanzará para ser alguien digno, pero viviré para eso.

Namjoon pudo ver esa valentía, esa determinación que le hizo viajar al pasado y recordar a su padre, un alfa que todos los días se esforzaba por su omega, físicamente Yoongi es igual a su madre, pero no cabe duda que la actitud la heredó de aquél alfa que gracias a Dios tuvo el gusto de conocer.

Después de los 30 [Yoonmin] #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora