Cuentos de Terror para leer en la OSCURIDAD [TERMINADO]

#42 Déjame entrar, Pequeñin

Este niño tenía muchos problemas para poder conciliar el sueño todos los días la semana. Lo que para muchos es una pesadilla sentirse acosado por alguien, no tienen ni idea de lo que es sentirse acosado por algo que va a más allá del entendimiento.

Este joven todas las noches escuchaba como unos dedos largos tocaban desde adentro del espejo que tenía en su armario. 

- Oye, pequeñín, ¿puedes dejarme entrar ?

Las primeras veces, el niño simplemente gritaba pero cuando se dio cuenta que esto no servía de nada simplemente se aguantó. 

Después de tantas noches sin poder dormir tranquilo, tuvo la " suerte " porque él lo veía así al inicio de que su amigo Gabriel le invitara a pasar la noche en su casa. 

El chico por fín sintió que podría descansar tranquilo al menos una noche.

Cuando los chicos se dispusieron a descansar, él volvió a escuchar esos golpes al cristal pero ya no venían de ningún espejo que estaba dentro de la habitación sino que venían desde la ventana.

De alguna manera, este ser acosador logró traspasarse al mundo real. Y pudo ver, además, como una mano traspasaba la ventana como si fuera agua y sacaba el seguro de la ventanilla. 

El chico gritó todo lo que pudo. Se escondió y se hizo bolita.

Los padres de Gabriel llegaron lo más rápido posible pero, sin que este chico se diera cuenta, pasó algo mucho peor en ese momento.

Gabriel ya no estaba. Se fue para nunca más verlo con vida.

Semanas después, encontraron el cuerpo del amigo completamente deshidratado por dentro como si algo hubiera absorbido toda su sangre y solo haya dejado piel y huesos. 

El chico le contó a los oficiales lo que había pasado pero era imposible de que estos le creyeran una sola palabra. 

El chico creció. Vivió atormentado por la muerte de su amigo. Pero, para su buena suerte, ese espectro ya no lo molestó más. 

Creció tanto este joven que se volvió en un padre de familia. Consiguió una esposa pero esta termino falleciendo por un cáncer terminal.

Es en una de estas noches cuando, después de casi veinticinco años, logró escuchar ese horrible sonido en la ventana trasera de la cocina.

- Pequeñín, hace tiempo que no hablamos. Déjame entrar -

Él hombre cuando intentó acercarse vio como el espectro desaparecía en una nube negra por su ventana.

Este miedo escaló a mayores cuando escuchó la voz de su hijo gritar.

Cuando corrió hacia ese cuarto se dio con la desagracia de que su hijo ya no estaba ahí.

Cuando los policías confiscaron el lugar tildaron de culpable al hombre. Le dieron oportunidad de hablar y él decidió contar toda la verdad, llorando.

Después de esta torpe confesión, la policía lo mandó a encarcelar.

Es aquí, cuando, en esa misma noche que lo enjaularon, despertó por los gritos de sus demás compañeros de celda de piso. 

Todos gritaban de horror cuando vieron al espectro caminar por las ventanillas pequeñas de cada celda. 

- Pequeñín que ya no es tan pequeñín, tu pequeñín estuvo muy delicioso. Anda, acabemos con esto. Dejame entrar -

El ya hombre se paró de su cama, caminó hacia donbe estaba el espectro y, con los ojos todavía llorosos, abrió la ventanilla. 

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Te deseo, dulces sueños.