Cuentos de Terror para leer en la OSCURIDAD [TERMINADO]

#22 El Camarote

Este niño era alguien muy curioso. Siempre le gustaba soñar con de grande ser un super héroe o tener poderes como cualquier niño de los años 90 cuando veía las películas y caricaturas de DC y Marvel. 

Su familia es medianamente humilde. Y recientemente, se habían mudado a una casa de un barrio desconocido pero el precio de la casa le llegó como anillo al dedo al problema económico que estaba viviendo su padre. Este estaba cansado de compartir techo con ellos porque lo criticaban por todo. 

En esta nueva casa, hay un cuarto que le llama la atención. En una de las habitaciones de la nueva casa había un camarote. 

Él era hijo único y su padre pensó en vender ese camarote que estaba muy bien cuidado y comprarle al pequeño una cama simple pero agradable. Sin embargo, la mujer le replicó que no fuera ávaro y que le deje ese camarote al niño.

Cuando se subía a dormir en el colchón de arriba y miraba abajo imaginaba que era alguien muy alto. Como un super héroe que miraba desde arriba a sus padres.

Las noches en ese cuarto no eran del todo cómodas. El colchón y la frazada eran muy frías. Tanto era eso que él para dormir no se colocaba esa sábana a pesar que de esa noche era muy fría. 

Pasaron un par de noches. De repente, algo lo despierta. Empieza a escuchar unos toques de la parte de afuera de la pared donde estaba detrás de su almohada. Como si algo desde afuera quisiera entrar a su cuarto.

Él llamo a sus padres pero no le creyeron nada.  

El chico trató de calmarse y creer que era su imaginación de niño jugándole una mala broma.

Días después, el chico vuelve a despertarse pero esta vez sintió como dos manos esqueleticas como si de un cadáver se tratase le estaba tocando los hombros. 

El chico gritó y lloró. Sus padres despertaron rápidamente para ver qué estaba pasando. 

De nuevo, no le creyeron pero su madre empezó a tener unas dudas.

Media semana después, el horror se le hizo presente al niño cuando este despertó. 

Dos manos de cadáver lo estaban abrazando.

El chico intentó gritar pero una de estas manos estaba tapándole la boca y él podía sentir como esos huesos duros y fríos estaban abrazándole muy fuerte. Este ser no tenía una sola mano. Tenía cuatro. 

Minutos después, poco a poco, empezó a darse cuenta como este ser lo estaba atrayendo hacia la pared. 

En un acto de completa valentía, el chico agarró fuertemente el tablón de madera del lado del camarote y se sostuvo lo más fuerte que podía. 

Le dolía mucho el brazo. Sentía que si seguía así, se podría romper un hueso. Pero él seguía y seguía sujetando. 

Notó como el sol amanecía por la ventana y el espectro apenas vio la luz del amanecer soltó al chico y este cayó a la colcha. 

Cansado de tantos traumas, le dijo a sus padres que si podía dormir en su cama.

Lamentablemente, la cama de los padres era muy angosta. Así que el padre dijo que dormiría en el camarote. Ya que de niño, él siempre quería dormir en la cama más alta. 

Todos de adultos tenemos algunos deseos que no pudimos completar de niños. El padre se sentía así en ese momento. 

El padre nunca dijo nada que pasó. Nunca notificó que tuvo algo paranormal en ese cuarto. Al menos, el chico no recuerda que él haya contado que vivió durmiendo en la cama de arriba del camarote. 

Pero como la vida es muy curiosa, días después del cambio de camas, por orden del padre, terminaron volviendo a vivir con los abuelos. 

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Te deseo, dulces sueños.