#24 El arte de Hans

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En uno de los pueblos de Canadá en la época de los 80, donde la gente estaba tan aburrida de la cotidianidad, ya que en ese lugar la delincuencia está completamente nula y la gente vivía sin miedo pero cansados de no sentir emoción, llegó como anillo al dedo un jovencito llamado Hans. 

Sus amigos consideran a Hans como un " come-libros " porque la mayor parte del tiempo la pasaba en la biblioteca. Él tenía un unico amigo llamado Niels. 

Niels acompañaba a Hans siempre a la biblioteca pero nunca se percataba que tipo de libros este leía. Y cuando, tuvo la curiosidad de ver cuáles eran los temas que Hans leía, se aterró.

Resulta que Hans muy aparte de estudiar los libros que le recomendaban en la escuela, le encantaba leer los libros con temática de ocultimos y de satanismo. 

Niels no le dijo nada pero para no meterse en problemas se alejó de Hans por un buen tiempo.

Meses después, Niels estaba tomando su desayuno en uno de los cafés más famosos de ese pueblo. Se percató que Hans estaba desayunando en ese mismo y lugar y estaba que lo miraba fijamente. 

De repente, Hans levanta la mano y le hace señas para que se acerque. Como Niels no quería tener rencores con él, obedeció. 

- Amigo, sé que mi extraña costumbre te perturbó, y quiero compensarte por ello ¿ Quieres ver un truco ?

- Supongo que si.. - dijo Niels, mirando a los lados con miedo a que alguien los escuche.

- ¿ Me permites tu servilleta ?

Niels le entrega con un poco de miedo la servilleta. Sentía que algo iba a pasar.

Hans empieza a dibujar a una " persona " hecha con palos y un círculo en la servilleta. 

Él no entendía nada. Pero como un minuto después, la cara de Niels se convirtió en un sotro de completo horror absoluto.

El dibuo de Hans en la servilleta cobró vida. Y se movía a los lados de la servilleta como tratando de escapar. Golpeaba cada lado de la servilleta como queriendo escapar. 

Niels dio un grito y toda la gente del café que se extrañó vio como un dibujo en servilleta se estaba moviendo. 

Muchos se espantaron y lanzaron maldiciones hacia Hans. Sin embargo, otros, completamente fascinados, se acercaron y le dieron sus servilletas para que dibuje otras criaturas.

Empezó a dibujar perritos, gatitos, elefantes, monos hasta uno que otro vehículo.

Todo lo que dibujaba Hans cobraba vida y la gente que estaba a su lado aplaudía cada acto.

Su fama fue un recorrido a voces por todo el pueblo. El pueblo en total no llegaban ni a las trescientas personas, pero la mitad de ellas iban a su casa para pedirle dibujar algo. 

Como les decía, el pueblo estaba tan aburrido de lo mismo siempre que tras el descubrimiento de Hans, muchos sintieron esa emoción y buscaban su servicio para entretenerlos.

Como Hans se dio cuenta que la gente pagaba por uno de sus actos en papeles, se le ocurrió una idea. 

Mandó a armar un circo. Y también, pidió muros lisos y completamente blancos que rodearan todo el circo. 

Hans con su traje de ceremonias empezó a decirle al publico qué es lo que querían que dibujara.

- ¡ Dibuja un avión ! ¡ Dibuja una locomotora ! ¡ Dibuja un grupo de personas bailando ! 

Hans empezó a dibujar todo lo que el público pedía. Y todos los dibujos iban de un lado a otro haciendo un espectáculo magistral. 

La gente estaba tan emocionada que algunos empezaron a ponerse más oscuros. 

- ¡ Dibuja una mujer desnuda ! ¡ Dibuja un monstruo ! ¡ Dibuja a Pie Grande ! ¡ Dibuja a dos personas teniendo sexo !

El chico no tuvo más de otra que hacer caso y comenzó a dibujar.

Cada dibujo, le demoraba mucho porque trataba de hacerlo lo más detallista posible. Hans estaba muy emocionado de tener a tanta gente que lo aplaudiera, después de tantos años viviendo cerrado socialmente.

Sin embargo, todo este increíble show se apagó por un terrible error que Hans no previó. Todo terminó cuando escuchó la petición de un joven del público. 

- Hans, ¡ Dibújate a ti mismo !

Él se preguntó por qué nadie le había dicho eso antes. Según él, era una buena idea. 

Niels, como el buen amigo que fue, estaba ahí en el espectáculo y tenía un presentimiento extraño. 

Hans empezó a dibujarse a sí mismo. Lo hizo con mucho detalle. Se puso la ropa que tenía puesto. Su mismo estilo de cabello y ojos. Como si fuera un retrato. 

Cuando terminó, su dibujo de él mismo estaba inmóvil, pero algo estaba pasando con los demás dibujos. Todos esos dibujos se quedaron quietos y giraron a ver al Hans falso. 

Él público se quedó paralizado también del miedo.

Hasta que el Hans falso empezó a moverse como dando sus primeros pasos.

Solo que, en un momento de esa primera caminata, metió su mano a su abrigo y sacó un lápiz. Era el mismo lápiz que Hans tenía. 

De repente, el Hans falso empezó a trazar una línea curbeada desde el piso donde estaba. 

Hans se dio cuenta mucho más antes que todos : El Hans falso estaba dibujando una puerta.

- ¡ Larguense de aquí, todos ! ¡ Ya !

El público empezó a correr y Niels también. 

Hans se quedó a empujar la puerta porque desde el otro lado, sus dibujos estaban queriendo salir.

Niels fue de los últimos en escapar porque no quería irse y dejarlo solo a su antiguo amigo.

- ¡ Niels ! ¡ Vete, maldita sea ! ¡ Por favor, corre !

La cobardía de Niels fue más y corrió y se escondió en unos arbustos y empezó a mirar a donde estaba Hans.

Los monstruos salieron y todos se le echaron encima.

Niels pudo ver en completo terror cómo los monstruos más grandes y fuertes que dibujó le estaban abriendo la boca de oreja a oreja a Hans. Y como los animales estaban masticando y arrancando sus extremidades. 

Una de las personas del público prendió fuego a la lorna del circo.

La agonía de Hans duró varios minutos. Mientras Niels, al no poder aguantar ver más dicha masacre, se fue corriendo del lugar.

Los padres de Hans regresaron y cuando se enteraron de la noticia la madre murió de pena. 

Pasaron las semanas, y a la puerta de Niels, llegó una cajita con una carta. Abrió aquella pequeña caja y vio en su interior al lápiz que Hans usaba a la hora de hacer esos dibujos.

La última petición de Hans hacia su amigo fue aquel mensaje en el dicha carta que decía :

- Amigo, si algo llega a pasarme por estar jugando tanto con estos actos de ocultismo, quiero que me dibujes con este lápiz.. Quiero mostrarte un último truco :D


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Te deseo, dulces sueños. 

Cuentos de Terror para leer en la OSCURIDAD [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora