Capítulo 14. 🦋

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Valerie

Carson me llevó a la casa de mi padre y me quedé con Jean antes de que llegara y casi me corriera diciendo que mi lugar estaba con mi esposo y no en la calle haciendo quien sabe qué cosas, que debía esperarlo con la cena en la mesa y no sé qué cosas más que dejé de escuchar porque su machismo me provocaba dolor de cabeza. No entendía cómo es que mi madre se casó con un hombre así cuando ella era un ángel, una mujer buena y dulce, mi padre era todo lo contrario, amargado cómo un limón y cruel, no sé en qué momento se enamoró de él o que le vio para casarse con él y formar una familia a su lado.

Dejé a Jean con Effie, solo podía confiar en ella para cuidar de mi hermana y estar a su lado para hacerle compañía, ni siquiera en mi propio padre podía confiar, sabía que si se daba la oportunidad le haría lo que me hizo a Jean y eso no lo podía permitir, ella no iba a pasar por la misma vida que yo.

Carson detuvo el auto frente a una casa de dos pisos con las escaleras de fuera. El sol no se metía así que podía ver a la perfección la calle, a esas horas no había tantas personas, algunos locales ya estaban cerrados y el bus se detenía en la esquina bajando y subiendo personas. Me quité el cinturón y abrí la puerta antes de que Carson llegara y la abriera, le sonreí y cerró detrás de mí. Observé el lugar y me gustó todo lo que vi, la calle empedrada, las casas repletas de flores y macetas, las farolas en la acera, este lugar era perfecto para vivir.

—Vamos —me invitó a subir las escaleras que también tenían macetas con flores de todos los colores a cada lado. Esperé frente a la puerta para que Carson la abriera y di un paso dentro cuando se hizo a un lado para que pudiera pasar. La puerta se cerró y Carson dejó las llaves sobre una mesita debajo del perchero. Me quité el abrigo que llevaba puesto y él se encargó de colgarlo —. Pasa —dijo y caminé con pena dentro del lugar.

No era pequeño, alcanzaba a ver un comedor, una sala, una cocina de buen tamaño y más allá un pasillo donde había dos puertas. Era perfecto para un hombre cómo él.

—Tal vez no sea tan grande cómo la casa donde viviste todos estos años...

—Es perfecto —le dije, interrumpiéndolo —. Siempre he querido vivir en un lugar así —le sonreí —. No creas que todo es lujo y dinero para mí —se acercó dando dos pasos, quedó frente a mí y me cogió de las manos.

—Nunca he pensado eso de ti.

—Sé que he vivido rodeada de lujos, pero eso no quiere decir que si tuviera que trabajar no lo haría. Claro que lo haría, no me importaría trabajar en lo que sea —solté las manos de Carson para abrazarlo, necesitaba hacerlo, quería que él también me abrazara —. No sé qué va a pasar cuando todo esto termine, pero sé que las cosas no van a ser iguales que ahora.

—Tal vez sean mejores —musitó. Apoyó su barbilla en mi hombro.

—Espero que así sean —me separé de él y observé a la pequeña Mabel que se acercó a Carson y se quedó detrás de él observándome y olisqueando. Era una desconocida para ella y entendía que se portara así.

—Ella es Mabel —Carson la cargó. Mabel era hermosa, pequeña, con el pelo café y negro de su cuerpo, una nariz diminuta y negra también, ojos redondos y oscuros —. Mabel, ella es Valerie, la hermosa chica de quien te he hablado todo este tiempo —Mabel me observaba con curiosidad.

—¿Le has hablado de mí? —Carson asintió.

—Todo el tiempo le hablo de ti, creo que ya la tengo harta —se rio nervioso. Di un paso y estiré el brazo para tocar a Mabel, acaricié sus orejitas donde tenía un moñito en medio de estas y se veía muy bonita.

—Eres tan cursi, Carson —sus mejillas se tiñeron de un ligero color carmín. Mabel estiró las patitas en mi dirección, miré a Carson y me entregó a Mabel, la cargué de inmediato y fui detrás de Carson que caminó hacia la cocina.

Mala Costumbre 🦋 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora