Capítulo 18. 🦋

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Valerie

Me despedí de Carson y lo dejé en su departamento, no obstante, algo no me dejaba en paz. Una molestia en la boca de mi estómago se profundizó y algo dentro de mí me pedía regresar con él y quedarme a su lado, pero no podía hacerlo, me estaba arriesgando al visitarlo sabiendo que Ramsay se encontraba afuera de la cafetería vigilando que estuviera dentro con Beth.

Caminé de regreso a la cafetería, sin embargo, la molestia en medio de mi pecho no se iba. Me sabía muy mal verlo en ese estado, herido y con esa expresión en su rostro. Existía una sensación dentro de mi ser que me pedía que regresara, que diera la vuelta y me quedara a su lado sin importar lo que Mark dijera. Aunque no tenía que olvidar lo que me hizo aquella mañana y que no tenía que jugar con él porque la única que iba a terminar perdiendo sería yo y no él.

Entré por la parte de atrás de la cafetería y me senté frente a Beth. Al veme alzó una ceja. Justo en ese momento entró Ramsay y nos buscó con la mirada, cuando nos ubicó en una de las mesas salió y regresó al auto estacionado frente a la cafetería.

—¿Qué pasó? —se deslizó cerca para escuchar mi respuesta.

—Está herido —una molestia de tristeza y dolor se instaló en mi garganta —. Lo hirieron —los ojos de Beth se abrieron grandes, tan grandes como si se fueran a salir de sus cuencas.

—¿Qué? ¿Cómo que está herido? —asentí. Cogí la taza con café que ya estaba frío, aun así, le di un sorbito.

—Tuvo que hacer un trabajo para su padre y la persona que tenía que llevar con él lo hirió. Está todo golpeado y lastimado —musité con pena —. Tiene una herida en el costado derecho. Le tuve que quitar las gasas porque estaba sangrando.

—Dios —musitó. Asentí y dejé la taza en la mesa frente a mí —. Era obvio que no iba a poder ir a trabajar.

—Ya sé.

—Pero está bien, ¿no? —asentí.

—En lo que cabe.

—Menos mal no pasó a mayores —le hice una seña a una de las chicas que andaba por ahí recibiendo pedidos y llevando las tazas sucias a la cocina. Le pedí que me trajera un café caliente y no dudó en hacerlo.

—Hay algo que no te dije —me atreví a mirarla a los ojos. Parpadeé y me deslicé cerca.

—¿Qué? —preguntó curiosa.

—Creo que Mark me engaña con alguien más, pero eso no es lo que me importa —Beth se veía confundida.

—¿Entonces?

—¿Te imaginas que esa persona nos pueda dar información de Mark?

—No, no, no —sacudió la cabeza repetidamente —. Ni se te ocurra —me señaló. Me conocía demasiado bien cómo para saber que no importaba lo que me dijera, siempre hacía lo que creía correcto, aunque no estuviera bien —. No te puedes arriesgar de esa manera, Val —me miraba atenta.

—No pierdo nada.

—¿Y si pierdes la vida? ¿Cómo sabes que esta mujer no le va a decir a Mark lo que sabes? —alzó una ceja.

—Es solo una idea —encogí un hombro. La misma chica que nos atendió cuando llegamos me entregó mi taza con café caliente —. Gracias —me sonrió en agradecimiento.

—Estás jugando con fuego, Val y te puedes quemar.

Lo que Beth no sabía es que las llamas me estaban consumiendo por dentro y que ese incendio no iba a detenerse hasta que Mark pagara por todo lo malo que había hecho. Las llamas seguirían avanzando y arrasarían con todo a su paso.

Mala Costumbre 🦋 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora