Capítulo 24. 🦋

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Carson

No quería que esta noche terminara para nosotros. Disfrutaba estar con ella y pasar tiempo de calidad a su lado. Pero ella tenía una obligación con Mark y por más que no nos gustara era su esposo y debía regresar a su casa. Si por mí hubiera sido la llevaba lejos de ese monstruo que solo le hacía daño y no la merecía ni como mujer ni cómo esposa.

No pude evitar hacerle el amor de nuevo. Me era inevitable no querer estar cerca de ella y besar cada centímetro de su cuerpo. Era perfecta para mí y todo lo que pedía en este mundo. Valerie era la mujer con la que quería hacer una vida y compartirla con ella, porque la amaba demasiado, que no veía mi vida sin ella.

Recogió su ropa interior y el vestido del suelo. Se vistió frente a mí, sin ningún tipo de pena que abarcara su bonito rostro. Me dio la espalda mientras se ponía el vestido.

—¿Me ayudas? —recogió su cabello y lo hizo a un lado. Se acercó a mí y se sentó en mis piernas, con su trasero en mi miembro.

Cogí el cierre del vestido y lo subí lentamente, pero antes de subirlo por completo dejé un beso en su cuello. Su piel suave y olía bien. Ella siempre olía bien.

—Si Graham se atreve a tocarte una vez más, no voy a dudar en cortarle las manos —sentencié. Terminé de subirle el cierre y se giró hacia mí.

—No vale la pena que manches tus manos con esa porquería —rodeó mi cuello con sus brazos. La tomé por la cintura con ambas manos.

—Si eso te hizo ahora no me quiero ni imaginar lo que te puede hacer más adelante —mascullé. Estaba tan enojado y frustrado. Solo quería sacarla de ese lugar y que fuera libre de su padre y de Graham.

—Haré el intento de no hacerlo enojar —fruncí el ceño.

—Es que no tienes que hacer el intento para no hacerlo enojar. No debe lastimarte o pegarte. Eso no es de hombres.

—Mark es un macho y lo demuestra con violencia, pero no le tengo miedo.

Pues yo sí temía por ella y por lo que ese malnacido podía hacerle. Era capaz de hacer lo que sea con tal de tenerla sometida bajo su yugo.

—No debes tenerle miedo, pero tampoco te pongas al tú por tú con él. Es más fuerte y cruel, es capaz de lo que sea. Lo sé mejor que nadie —asintió.

Su mano ascendió a la altura de mi hombro y dejó una suave caricia con la punta de sus dedos en la cicatriz que quedó después de que Graham me disparara aquel día.

—Está bien, haré lo que me pides —apoyó su mejilla en mi hombro.

Quería creerle, pero la conocía y sabía que no se dejaba de las injusticias y que le era muy difícil quedarse callada ante Graham. Solo pedía que un día no se fuera a enojar con ella a tal grado que la matara por un ataque de ira.

—No te pido que te sometas ante él, es muy peligroso y lo mejor sería llevar las cosas en paz. Aunque siendo tú, es más difícil —se separó y me miró mal. Mantenía una mirada aniquiladora para mí.

—¿Qué quisiste decir con eso? —entornó los ojos.

—Que es muy difícil que te quedes callada ante una injusticia.

—Y nunca me voy a quedar callada ante una injusticia. No me importa si se trata del mismísimo rey, no me van a callar —le sonreí. Cogí su barbilla con dos dedos.

—¿Lo ves? Por eso te amo, porque no importa lo mal que lo estés pasando, nunca te vas a rendir por defender a los demás —me sonrió. Aproveché para dejar un beso sobre sus labios —. Tenemos que irnos.

Mala Costumbre 🦋 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora