Capítulo 37. 🦋

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Valerie

En el preciso instante que escuché su voz giré para verlo y quise salir corriendo. Se encontraba frente a la puerta detrás de Ramsay y Henderson. Mark dio un paso dentro, al mismo tiempo que Ramsay sacaba la pistola de su espalda y le disparaba a Carson en una pierna. El disparo me hizo apretar los ojos con fuerza, pegué un brinquito y me encogí en mi lugar. El miedo me recorrió de arriba abajo.

Cuando abrí los ojos Mark ya se encontraba dentro del departamento de Carson, Henderson cerró la puerta mientras Mark observaba el lugar de hito en hito. Miraba cada esquina con asco, como si aquello fuera poca cosa para él, que merecía más que pisar ese suelo y caminar cerca de esos muebles.

—Así que aquí vienes cuando te escapas de la casa —llevaba las manos metidas dentro de los bolsillos de su pantalón. Cuando llegó frente a mí estaba temblando de los pies a la cabeza. Miré por encima de su hombro y Carson se encontraba en el suelo desangrándose, frente a él se encontraba Henderson, cuidando que no fuera a hacer nada estúpido.

—Yo...—antes de decir una palabra más me rompió el labio con una bofetada doble. La mejilla me ardió, pero el dolor del golpe no se comparaba con el que recibí al caer el suelo de culo. Mark se agachó y me cogió del cabello como aquella vez en la habitación. Me obligó a mirarlo a la cara apretando más el puño y levantando mi cabeza.

—¿Qué me vas a decir? ¿Qué tienes una explicación para esto? —no podía mover la cabeza —. ¡Responde! —me encogí por el miedo —. Maldita zorra.

—¡Suéltala! —gritó Carson desde la puerta —. No pongas tus sucias manos sobre ella —Mark miró por encima de su hombro y me miró de nuevo.

—Sabía que tenías un amante, pero no me pasó por la cabeza que te estuvieras revolcando con mi maldito guardaespaldas —presionó más su agarre —. Evander Blackwood —la boca se me secó cuando dijo el verdadero nombre de Carson —. El maldito niño al que le disparé en el pecho hace muchos años.

—¡Suéltala! —bramó Carson. Henderson lo obligó a ponerse de rodillas.

—Quién lo iba a decir —chasqueó la lengua —. Estás vivo. Todo este tiempo has estado frente a mí solo para vengarte por lo que le hice a tus padres.

—No hables de ellos —miré a Carson.

—¡Cierra la puta boca! —le gritó Mark —. Y tú —una sonrisa siniestra se dibujó en sus labios —. Tú vas a ver de lo que soy capaz. Te voy a encerrar en esa puta habitación y no verás a tu hermana de nuevo. No vas a poner un pie afuera hasta el día que te mueras solo para ir al cementerio. Te vas a arrepentir por haberme hecho esto, pero antes de que dejes este sucio departamento vas a ver morir a tu amante.

—¡No! —grité. Al mismo tiempo Ramsay soltó el primer golpe que fue a dar al estómago de Carson —. Déjalo por favor. No le hagas nada y haré lo que me pidas. Por favor —le supliqué con lágrimas en los ojos —. Por favor.

—Tus súplicas no me sirven de nada, zorra —me arrojó contra el suelo, me pegué en la mejilla, pero me incorporé de inmediato al ver que Henderson golpeaba a puño limpio a Carson que aguantaba los golpes cómo el hombre que era.

—¡Ya basta, basta! —grité. Mabel empezó a ladrar dentro de la habitación al escuchar los golpes y los gritos.

Mark soltó el primer golpe en mi vientre y de inmediato sentí el dolor apoderarse de mí. Me golpeó en la mejilla con el puño y una patada en mis piernas.

—No lo hagas —le supliqué con lágrimas en los ojos.

—¡Qué cierres la puta boca! —Carson cayó apoyándose con las palmas abiertas en el suelo. La sangre le chorreaba de la boca y la nariz.

Mala Costumbre 🦋 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora