Introducción al libro Placeres Perversos.

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Ross

¿Quién era Maxine Turner?

Esa pregunta era un poco difícil de responder porque Maxine Turner era todo lo que estaba bien y lo que estaba mal en esta vida. Rubia y peligrosa. Segura de sí misma y con esa encantadora manera de coquetear. Directa, demasiado sexy para ser real y cautivadoramente peligrosa para mi salud.

Conocía a Max desde que éramos unos niños, ya que (por alguna extraña razón) sus padres y mis padres se conocían. No solo era el hecho de que éramos vecinos, también se llevaban bien y nuestras madres se hicieron amigas con el paso del tiempo. ¿Cómo? No lo sabía. Pero conocía a Max y su hermano mayor desde pequeños.

Cuando era niño me parecía una niña molesta, con esos moños adornando su cabellera rubia, esos encantadores ojos azules cómo los de su padre qué a veces cambiaban de color. ¿Por qué cambiaban de color? Y no solo eran sus pupilas dilatadas, sus iris intensificaban su color azul haciéndolos más eléctricos. Odiaba esa sonrisa y que siempre viera las cosas de manera positiva. Nadie podía llevar tanto positivismo consigo, pero cómo Max no era de este mundo por eso ella era así. Llegué a pensar que tal vez no pertenecía a la tierra y que venía de otro planeta. En mi adolescencia la odié tanto que cada vez que la veía la ignoraba. Tuve mi etapa rebelde y no soportaba la idea de verla sonreír y reír. Más que nada me daba tirria verla junto a otros chicos y ahí fue donde me di cuenta de que no era realmente odio. No la odiaba en absoluto.

Cuando dejamos atrás la adolescencia me di cuenta de lo hermosa que era. Comprendí que ese rechazo se convirtió en un gusto culposo al que no podía ceder. Era menor que yo y su padre la protegía más que a su vida. Era su princesa y no permitiría que nadie le pusiera una mano encima de ninguna manera. ¿Qué pensaría de mí si supiera que me sentía atraído por su hija? Tal vez me mataría con sus propias manos. No era apto para su hija. Mason Turner era un hombre de armas tomar y no quería estar en su lista de enemigos.

—Es muy linda —musitó Rafe a mi lado. Nos encontrábamos en la estación de policía. No sabía cómo (o si lo sabía solo qué me hacía el tonto) Maxine consiguió que mi jefe la dejara trabajar aquí unas horas al día para reforzar sus estudios con la universidad. Decían que era la mejor de su generación y que si continuaba así sería la mejor periodista de esta generación.

—No seas sucio —le dije. Me mantuve con los brazos cruzados sobre mi pecho —. No tiene ni los veintiún años —mascullé. Rafe me miró con una ceja alzada.

—¿Qué te molesta más? ¿Qué no tiene los veintiún años o que más hombres han puesto sus ojos sobre ella? —bufé. Me alejé y fui detrás de mi escritorio.

Me convertí en agente cómo mi padre, cómo mi abuelo paterno y mi abuelo MacKay, era cómo una tradición, aunque a Evan (mi hermano menor) no le gustaba nada de esto. Él no quería ser agente cómo yo o nuestro padre, todavía era muy joven para saber lo que quería, él no pensaba en el futuro.

—Solo dices tonterías —le dije. Había tocado el tema y no lo iba a soltar por nada del mundo —. ¿Cómo crees que me puede gustar? —levanté la mirada en el momento que ella miraba en nuestra dirección. Rafe se sentó en la esquina de mi escritorio.

Ese día llevaba el cabello suelto, con algunos mechones cayéndole en las mejillas. Siempre fue hermosa, pero ahora lo era mucho más y me era inevitable no sentirme atraído por ella. Solo un ciego no se daría cuenta de lo verdaderamente hermosa que era. Demasiado inteligente y peligrosa para mí.

Maxine es de esas mujeres que te rompen el corazón en miles de pedacitos y te toma una eternidad reconstruirlo, y aun así nunca va a quedar igual porque ella se lleva todo de ti, porque le entregas todo sin que te lo pida.

—¿Qué es lo que no te gusta de ella? —Rafe se cruzó de brazos mientras que Max me miraba disimuladamente o no tanto —. Es inteligente, tiene dinero, viste bien. Es muy sexy.

—No digas que es sexy —espeté. Lo miré mal y se rio de mí.

—Sigue negando lo que es evidente —le restó importancia, bajó del escritorio y fue a su lugar de trabajo.

—Eso es lo que debes hacer; trabajar. Para eso te pagan —alzó la mano y me mostró el dedo medio. Me levanté de mi asiento y caminé hacia la barra donde había bocadillos, té y café. Max ya estaba ahí y preparaba dos cafés.

—Toma —dijo cuando quise coger mi taza para prepararme té. Miré la taza y la cogí. Levanté la mirada hacia sus ojos y le sonreí —. Una cucharada y media de azúcar —asentí. Ella sonrió y regresó a su lugar de trabajo.

Regresé a mi escritorio y pasé al lado de Rafe. Acerqué la taza a mis labios y le di un sorbo. Era el sabor más horrible que yo haya probado en toda mi vida.

—Pero a ti no te gusta el café —dijo Rafe cuando pasé a su lado.

—Cierra la boca —musité.

Tomé asiento y dejé la taza encima del escritorio. Recibí un mensaje y al ver la pantalla me di cuenta de que era un mensaje de Rafe.

"¿Por qué no le dices a la rubia que odias el café? Así ya no tendrás que tomarlo a la fuerza. ¿O es que te gusta demasiado y no puedes decirle que no?"

Leí el mensaje y bloqueé la pantalla.

—Púdrete —le dije moviendo los labios. Rafe sonrió y disimuladamente señaló en dirección a Max.

"¿Te gustó el café?"

Recibí un mensaje de Max de un chat privado.

"Está muy rico. Gracias"

Ella respondió con emojis.

🥰😋

Sí, odiaba el café y pensaba que era la bebida más horrible de toda la humanidad. No entendía cómo a ella le gustaba tanto y podía beber hasta tres tazas en cuatro horas. ¿Es que acaso era lo que le daba poderes o qué? No lo entendía, pero tampoco le podía decir que no me gustaba el café y que dejara de prepararlo para mí. Mil veces prefería el té.

No quería decepcionarla ni lastimar su corazón. Ella lo preparaba con tanta ilusión y de solo ver sus ojos me daba pena decirle que ya no lo hiciera.

Sí, me gustaba mucho. Demasiado diría yo, pero esto que sentía por ella no iba a llegar a ningún lado. Ella era inalcanzable para mí. Pertenecía a la familia más poderosa del Reino Unido y yo solo era un agente de la SCD. ¿Qué podía ofrecerle que no tuviera ya?


🖤🩷

Hola de nuevo.

Aquí les dejo una pequeña introducción del libro Placeres Perversos, el libro de Maxine y Ross.

¿Les gustó? Espero que sí 🤞🏻

¿Teorías? Aquí. Las leo y me dan más ideas 😉

Nos leemos pronto. 

Mala Costumbre 🦋 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora