Capítulo 38. 🦋

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Carson

Me encontraba tan débil que apenas me podía mover. Hasta respirar se sentía cómo una tortura. Me dolía todo y estaba seguro de que tenía un par de costillas rotas. En el momento que escuché a Valerie gritar intenté ponerme de pie, quería levantarme y correr e ir por ella para escapar juntos. Mabel ladraba en mi habitación y me dolía escucharla en ese estado. Mi pobre bebé estaba sufriendo tanto y yo no podía hacer nada.

—Val...—dije con las pocas energías que aún conservaba en mi cuerpo.

—Te dije que no te metieras con la mujer de Graham —habló Henderson —. Pero no hiciste caso y ahora debes pagar las consecuencias.

Disparó tan cerca de mi cabeza que pude sentir el aire de la bala rozarme la piel. Retuve el aliento unos segundos. Mabel llegó a mi lado y empezó a lamer mi mano, callándose de golpe.

—¿Qué vamos a hacer ahora? —le preguntó Ramsay. Me miró y sus cejas se hundieron —. Perdón amigo, tenía que hacerlo —me estaba costando mucho trabajo respirar.

—Hay que hacerle creer al jefe que está muerto y cuando MacKay nos dé luz verde hacemos lo que él nos diga —Henderson también me miró con lástima —. ¿No crees que se te pasó la mano? —le dijo a Ramsay.

—¿A mí se me pasó la mano? Ya viste cómo lo dejaste —empecé a toser y me pusieron de lado para que no me ahogara con mi sangre.

—Tenemos que llevarlo al hospital —Ramsay negó con la cabeza.

—Graham se puede dar cuenta y nos va a matar a los tres —le dijo.

Escuché golpes en la puerta y me imaginé lo peor. Tal vez era Graham que había regresado para cerciorarse de que estuviera muerto o él mismo hacerlo para dejar de ser una carga para él. Henderson se acercó a la puerta, ni siquiera preguntó quién era porque abrió y dejó pasar a la persona que tocaba a esas horas de la noche.

—¿Cómo está?

—¿Qué no lo ves? —respondió Ramsay. Aquella persona se colocó frente a mí y se agachó. Al abrir los ojos me di cuenta de que era Angus.

—Angus...—puso una mano en mi frente.

—¿Ves cómo sí necesitas que te cuide? —sonrió —. Ya estoy aquí, amigo y no voy a dejar que te mueras —cerré los ojos —. Vamos, tenemos que sacarlos de aquí antes de que Graham regrese.

Perdí la consciencia y no puse más de mí. Estaba tan débil y moribundo que bien pude haber muerto de camino a donde sea que me iban a llevar. Me preocupaba que dejaran a Mabel sola, pero los tres sabían lo importante que era para mí y no la iban a dejar sola ahí a su suerte. Confiaba en ellos y que la llevarían conmigo a donde sea.

****

No sabía bien a donde me habían llevado, de lo único que estaba seguro es que ya no me encontraba en mi departamento y que me hicieron pasar por muerto para que Graham así lo creyera. Estábamos a nada de detenerlo y no podíamos cometer más errores si queríamos que ese bastardo pagara por sus crímenes.

Desperté perezosamente. Por un momento llegué a pensar que estaba muerto, ya que las paredes y todo era blanco, tan impoluto que parecían nubes. Pero al ver a Angus sentado en una silla a mi lado supe que no estaba muerto.

Hojeaba el periódico y se tomaba el tiempo para leer alguna noticia que le parecía importante.

—Creí que ya no ibas a despertar —dijo sin bajar el periódico.

—Eso quisieras, ¿no? —pasó la hoja.

—La verdad es que no. Te dije que no te enamoraras de esa mujer, pero no me hiciste caso y ahora estás pagando las consecuencias —chasqueó la lengua —. Pero bueno, que te puedo decir que no te haya dicho ya.

Mala Costumbre 🦋 (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora