"𝐄𝐋 𝐅𝐔𝐄𝐆𝐎 𝐒𝐄 𝐀𝐂𝐄𝐑𝐂𝐀...𝐘 𝐓𝐎𝐃𝐎𝐒 𝐂𝐀𝐄𝐑Á𝐍 𝐀𝐍𝐓𝐄 𝐋𝐀 𝐌𝐀𝐉𝐄𝐒𝐓𝐔𝐎𝐒𝐈𝐃𝐀𝐃 𝐃𝐄 𝐒𝐔 𝐋𝐋𝐀𝐌𝐀"
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La Reina Astoria Baratheon, de la casa Baratheon y Lannister. Primera del nombre. Reina de los Ándal...
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CORONACIÓN
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(CAPÍTULO EXTENSO)
Una semana había pasado desde que conquistó el trono de su esposo.
Luego de que haya quemado el rostro de la chica que consideraba su hermana y de haber mandado a los calabozos a su esposo, se dirigió a los aposentos de Joanna, para no volver a salir de ahí en toda la semana.
Tristán estaba fuera de la habitación, con un duelo interno al no saber si tocar aquella puerta o dejarla tranquila, pero tenía que hablar con Astoria, si o si.
—¿Majestad? - pregunta el joven y al no escuchar respuesta, el entra.
Las puertas del balcón estaban abiertas, y frente a este se encontraba Astoria sentada en el suelo mientras abrazaba una pequeña manta de tonos blanquecinos.
Tristán camina hacia su dirección y se acuclilla a su lado mientras toma sus manos.
—Yo también la extraño - susurra mientras se empañan sus ojos.
Astoria alza la cabeza y por primera vez en una semana, el joven puede ver lo mucho que se a deteriorado la mujer que ama con todo su ser.
Grandes ojeras se encuentran en la hermosa y delicada piel de la chica, la cual estaba pálida y sin vida, sus bellos ojos esmeraldas estaban rojos al igual que hinchados por el llanto, en estos no había brillo alguno, si no que se encontraban opacos y vacíos.
La corona de Aegon el conquistador, se encontraba dada vuelta en el piso, al igual que la espada de Visenya.
El dolor de perder a un amado era fuerte, pero el dolor de perder a un hijo, era insoportable, por desgracia, Astoria no lo estaba soportando.
—¿Por qué? - pregunta la chica con dolor - ¿Por qué ella? ¿Por qué mi niña, mi Joanna? Le fallé, le fallé a mi preciosa bebé - niega mientras tiembla de tanto llanto - No puedo, duele mucho. Estoy cansada, Tristán. No quiero seguir, quiero estar con mis niños, quiero estar con Will. No tengo nada, no tengo a nadie.
Al joven le dolía cada palabra que decía la chica.
—Me tienes a mí, Tory - esta lo mira, era la primera vez que se refería con ese apodo a ella - siempre me tendrás a mí, tienes a Arthur y Marys. No estas sola. Yo estaré a tu lado, hasta el final de mis días.
—¿Como hago para dejar de sentir este dolor? - pregunta la chica y el rubio toma su mentón para que esta lo mire a los ojos.
—Jamás dejaras de sentirlo, solo aprendes a lidiar con el, te acostumbras.
Ninguno de los dos se dio cuenta lo cerca que estaban el uno del otro
—¿Crees que sea tan fuerte como para seguir adelante?
