The Blood Queen || Jaime Lannister. (EN PAUSA)

CAPÍTULO 34

CON VIDA Y UNA VISITA

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Maerya, una antigua devota del dios R'hllor que se encuentra en Lys, una intachable sacerdotisa quién fue una de las primeras en ver a través del fuego a la actual reina como la princesa prometida, la misma sacerdotisa que fue la encargada de coronar a Astoria, esta se encontraba de caminando entre los oscuros pasillos del templo rojo dirigiéndose a sus aposentos.

La mujer al llegar a dicha estancia se encamina directamente hasta su tocador, toma su joyero y da vuelta todo su contendido en la gran cama. Maerya al ver el objeto completamente vacío rápidamente retira el fondo falso que tenía este y sonríe al ver lo que se encontraba escondido ahí, rápidamente saca el pequeño frasco que contenía algo que claramente le constó obtener y se encamina hacia el gran palacio blanco en busca de la joven Baratheon o mejor conocida como la reina DarkBlood.

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Por otro lado, Astoria se encontraba arrodillada frente a un pequeño fuego en el pequeño templo que mandó a construir en honor a R'hllor que se construyó en una parte alejada de los jardines.

La joven reina llevaba toda la noche en la misma posición murmurando cosas en Alto Varyrio mientras sumergía cierta planta en agua cargada de obsidiana valyria, la cual contenía una alta carga de energía.

Unos toques en la puerta la sacan de su concentración y deja pasar a la persona.

-Maerya, es bueno verte después de tanto tiempo – sonríe la chica.

La sacerdotisa hace una reverencia mostrando sus respetos.

-Mi reina, logré conseguirlo.

Astoria al escuchar lo último hace que una gran sonrisa de satisfacción se pose en su hermoso rostro y estira la mano hacia la mujer, Maerya al saber lo que desea, de entre su corsé saca el pequeño frasco y se lo entrega.

-Buen trabajo, querida, estoy segura de que R'hllor se recompensará muy bien por este maravilloso favor.

-Es todo un honor, majestad. 

Astoria saca la planta de su remojo y empieza hablarle a la sacerdotisa.

-La mandrágora es una planta que se puede utilizar para el alivio o la buena fortuna – empieza a enrollar a la mandrágora con sus propias raíces - pero con el poder suficiente puede que su grito te lleve a la locura... o a la muerte – al terminar de decir esto tira fuertemente de la raíz para final mente anudarla provocando que un extraño y tétrico grito provenga de la extraña planta.

La joven chica toma la daga de acero valyrio que se encontraba de color rojo al estar tanto tiempo al fuego y delicadamente hace una pequeña incisión en la mandrágora, un pequeño rastro de humo salé de esta, junto con un fétido olor. Finalmente toma entre sus dedos el pequeño frasco dado por Maerya y observa fascinada el líquido rojo que se encontraba en su interior, ocupando sus habilidades después de tanto tiempo hace que el espeso liquido empiece a hervir, saca el tapón y vierte rápidamente la sangre dentro de la abertura recientemente echa en la mandrágora, para luego volver a tomar la daga caliente y colocarla sobre la incisión para que cauterice.

-La sangre del enemigo... fascinante ¿Cómo lo haz hecho? – pregunto a la mujer que se encontraba sentada a su lado.

-Fue difícil eh de admitir, Aragón es un hombre complicado. Tuve que meterme entre sus sabanas para hacerlo dormir y obtener su sangre. Tiene tal vez 10 u 11 mujeres encadenadas como sumisas para satisfacerlo, muchas de ellas no alcanzan a tener las 16 primaveras.