Guerrero del Viento

3.

- ¿Estás mejor? - dijo alguien a mi espalda, mientras mis manos trenzaban el pelo de una amiga.

Desvié la mirada de sus trenzas y la fijé en Kovu. ¿Mejor? ¿A que venía esa pregunta?

- Nova me dijo que estabas mareada ayer, ¿te encuentras mejor? - repitió.

Asentí rápidamente.

- Si, si. - dije quitándole importancia al asunto. Coloqué unas últimas cuentas en el pelo de la muchacha y me dio las gracias brevemente antes de correr a ver al chico que la esperaba.

- May'teh me ha contado que se vería hoy con ella - dijo mirando a la joven que corría a los brazos del recién nombrado.

Ellos dos eran muy amigos. A Kovu se le había insinuado su hermana, pero él la había rechazado cortésmente.

- Hacen buena pareja. - me limité a decir. Kovu asintió, sentándose a mi lado.

- Ya que estás, ¿puedes retocarme otra vez las trenzas? - me preguntó.

Yo chasqueé la lengua, mientras cogía el hueso que usaba para seccionar el pelo.

- Te las retoqué ayer, Kovu. - dije. Él se encogió de hombros.

- Lo sé. - se limitó a decir.

Negué con la cabeza y comencé a deshacerle las trenzas más desechas para volver a hacerlas.

Al poco tiempo llegó Nova, interrumpiendo la conversación.

- Padre quiere verte. - le dijo a su hermano. Él hizo un mohín.

- Dile que iré cuando Neith termine. - dijo. Nova se quedó quieta, en su sitio.

- Ha dicho que era importante. Creo que era algo sobre los recién llegados. Algo sobre las clases. - dijo.

- ¡AU! - dijo Kovu llevándose una mano a la nuca, al mechón que tenía entre mis manos.

- Perdón - me excusé. - El hueso se había quedado enrredado. - dije.

Él se levantó, de mal humor y corrió a ver a su padre.

Nova se sentó a mi lado mientras un niño corría hasta mi para que le trenzara el pelo.

Suspiré y me puse manos a la obra mientras el niño parloteaba con otro crío, en frente suya.

- ¿Por qué te fuiste ayer? Tu nunca te mareas. - dijo, como si aquello fuera a hacer que escupiera todas las mentiras que había dicho desde el día en el que nací.

Y funcionó.

De todos modos, no iba a decirla nada. No iba a arriesgarme.

- No lo sé, tal vez fue por matar a esos demonios, todos ellos huelen fatal. - dije. Ella puso una mueca divertida y esperó a que terminará de trenzarle el pelo al niño, mientras ella hablaba con él y su amigo.

Cuando terminé el niño me dió las gracias con unas bonitas piedras que guardé en mi bolsa, junto al resto de utensilios para trenzar el pelo.

Apenas me dio tiempo a levantarme, cuando Nova me agarró del brazo y me arrastró a través de las ramas, de los árboles, entre chozas, hasta llegar a una vacía.

Acto seguido, me quitó la bolsita y se la dio a otro chico que pasaba por allí mientras decía, aleteando sus largas pestañas, "dáselo a la Tshaik y dila que Neith estará conmigo el resto de la mañana" y el chico la sonrió y se fué.

- ¿Que planeas? - dije. Ella hizo un gesto con la mano, restandole importancia y corrió a la tienda.

Tuk la seguía, mientras miraba por encima de su hombro hacia Kiri.

Ella puso los ojos en blanco a algo que dijo su madre, antes de reunirse con nosotras.

Me quedé completamente paralizada para cuando salieron los dos hermanos restantes. Neteyam el último, despidiéndose de su madre.

Lo'ak se reunió con nosotras y alternó la mirada entre su hermano y yo. Cuando esté elevo la mirada y me vio allí, con el resto de sus hermano, se quedó muy quieto.

Nova, habló por fin.

- Ella es Neith. - dijo y como si fueran hermanos, todos ellos fruncieron el ceño e intercambiaron miradas confusas.

Todos menos Neteyam, que trataba de no cruzar miradas con ninguno de sus hermanos.

- Y es una de nuestras Guerras del Viento. - dijo con una mano sobre mis hombros.

Negué con la cabeza, mientras los chicos comenzaban a preguntar.

- No es para tanto... Yo...

- Guerrera del Viento... - dijo Neteyam, rompiendo el silencio y su tono se sintió como una reprimenda.

Su mirada se clavó en mi, penetrante, indescifrable. Su cuerpo inclinándose hacia mi, hacia nosotras.

- Vayámonos ya, - dijo Nova, sofocando la tensión de momento. - mi hermano debe estar esperándonos.

Y el primero en marcharse fue Neteyam. Se alejó a zancadas, seguido por Nova, que estableció una conversación con él enseguida.

Yo me quedé atrás, con Kiri y Tuk.

- Tu nombre... - dijo Kiri. - Me ha parecido escucharlo alguna que otra vez. ¿Nos conocemos? - preguntó.

Yo me apresuré a negar con la cabeza antes de que Kiri le siguiera dando vueltas. Sabía que se acordaba de mi, lo veía en sus ojos. Antaño, yo solía ser bastante cercana a ella. No tanto como su hermano, pero si con ella, pues éramos las únicas chicas junto a Tuk.

- No lo creo, el nombre es bastante simple. Habrás conocido a alguien más con ese nombre, seguro. - dije.

Kiri negó con la cabeza.

- No, solo lo he oído una vez. - me aseguró ella. Antes de que pudiera responder alguna incoherencia, una voz grave nos interrumpió.

- Llegáis tarde. - observo Kovu, cruzado de brazos junto a la cueva de los banshees.

Tras una breve discusión de hermanos, nos montamos en nuestros ikrans y partimos hacia el bosque.