Algo anda mal. Se escucha un silencio rotundo y no encuentro a Liam.
-¿Liam? ¿Maura? -pregunto en vano.
Pienso que tal vez han salido a la ciudad, aunque una corazonada me impide seguir con esa confianza. Niall termina de revisar las habitaciones y no encuentra a nadie.
-¿A dónde pueden haber ido? -susurro.
-Nada -dice Niall-. Tal vez salieron, nada que preocuparse. Ehmm... Si me disculpas voy a ducharme.
-Sí, ve.
Me siento en el sillón y me recuesto, seguía algo preocupada. Distraída, subo las escaleras hasta la habitación de Niall y me siento en su cama. Al rato sale Niall y, al verme, se tapa rápidamente con una toalla y dice alterado:
-¿Qué haces aquí?
-No... No lo se.
Está prácticamente desnudo, si es que no fuera por esa toalla. Sin querer, mi vista baja y contemplo su excitación. ¿Lo excito? La casa es de los dos y ese sentimiento de adrenalina acelerada era tentador. Lo miro a los ojos y él se acerca con duda, me acaricia lentamente el rostro hasta agacharse y besarme. Mi error fue permitirlo.
-Perdón, no fue apropiado -se disculpa.
Lo cojo del brazo para que no se vaya y lo halo hacia mí. Estamos echados en la cama, uno sobre otro.Una posición muy compremetedora. Sus labios se acercan lentamente a los míos y al sentir el rose se detiene.
-¿Qué ocurre? -pregunto.
-Se siente raro...
Lo tomo a mal y me retiro sin decir nada, mi rostro y gestos lo expresaban todo.
-¡Hey, espera! -me grita Niall- Mierda... -golpea la pared.
Se escucha el teléfono y voy a acudirlo.
-Aló.
Escucho que Niall baja y con un gesto le pido que no haga bulla.
-Soy Liam... Ha ocurrido algo -se escuchaba preocupado.
-¿Qué pasó? Voy para allá, ¿dónde estás?
-No tengo tiempo, pásame con Niall.
-¡Liam! - me molesto.
-¡Solo hazlo!... ¿Quieres?
Le paso a Niall y se quedan hablando por un rato. El rostro de Niall luce decaído. Cuando cortan se queda mudo.
-¿Qué pasó? -pregunto acercándome.
-Es mi mamá... -una lágrima cae y lo abrazo fuertemente -. Está... está en la clínica... Y no saben si podrá hacerlo -rompe en llanto y se aferra en mí -. ¡Se que fueron ellos! ¡Maldición!
-Cálmate -le digo.
-¡¿Cómo esperas a que me calme?!... Tengo que ir -se aleja de mí, coge su abrigo y yo su brazo.
-No -escucho su llanto retenido-, quédate. Estás muy alterado... No te voy a dejar ir.
-Déjame...
-Mira, no te conozco lo suficiente, pero en estos momentos entiendo cómo te sientes -mi voz se empieza a quebrar y trago saliva-. ¿Quieres destruir todo, no? Sientes rabia, pena y desconsuelo. Lo sé. Pero está bien desahogarse. Nada está dicho. Pero ocurre algo y lo superarás... Yo trato todavía... Desde ese día pienso diferente... -suelto una risilla-. A veces no se si ya me volví loca. ¿Pero acaso no dicen que la persona mas cuerda resulta ser la más loca?, corrígeme si me equivoco pero todo tiene un maldito porqué. El porqué de este sufrimiento es indescriptible pero hay respuestas y supersticiones. Dolor. Eso lo dice todo... -seco mis lágrimas-. Te voy a dejar ir, conmigo.
Se rié y me indigno.
-¿Por qué ríes?
-Gracias, supongo. Pero no permitiré que le pase algo... No otra vez. Esta vez será diferente...
Sale por la puerta y voy detrás de él.
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The One Who Makes Me Smile
Fanfiction¿Qué dirías si pudieras escribir lo que te puede pasar en un abrir y cerrar de ojos? ¿Estás segura de que vives la realidad o una simple fantasía?