El vuelo duró mas o menos cinco horas. Ahora estoy en un taxi rumbo a lo desconocido en donde Simon me estaría esperando. No me he decidido hasta ahora en llamar a _____ y a Liam, siento que es muy pronto. No me quejo del clima, es casi el mismo del de mi ciudad natal. Pero eso sí, las calles son hermosas. Hay mucho por ver y conocer en Londres.
Paramos en un edificio enorme y muy lujoso; agradezco al taxista y cojo mis maletas. En la puerta un hombre robusto me detiene y pide mi identificación. Presiona un botón de intercomunicador y pregunta a Simon sobre mi visita. Simon inmediatamente le reprocha y me abren las rejas negras y pesadas. El hombre me indica que tengo que dirigirme a mi habitación primero para dejar mis cosas, que quedaba ubicada en el cuarto piso exactamente a la mano derecha del ascensor. Luego me dirigiría a la sala principal en el último piso y, bueno, esta sala abarcaba todo el piso. Tengo media hora para acomodarme. En la entrada tropiezo con una chica. Fue mi culpa pero no puedo ni pedirle disculpas, me quedo prendido en sus brillantes y vivaces ojos verdes cuando voltea a verme. Toso y logro disculparme ayudándole a pararse.
-No te preocupes, me pasa a menudo -me dice sonriente y se apoya en mi hombro tratando de acomodar su zapato-. Listo.
-Lo siento de nuevo.
Sacude su cabeza sonriente y se va. Me acuerdo del tiempo corto que me queda y corro al ascensor. Presiono el botón del cuarto piso y siento mareos. Entro a mi nueva habitación y se siente ese aroma a limpio y el ligero frío de los ductos de ventilación. Me recuesto cansado en el frío sofá, suspiro y observo mi alrededor. A mi derecha está la cocina y a mi izquierda dos habitaciones: el baño y mi cuarto. Las paredes son blancas y el piso es laminado. Hay una alfombra roja de piel a la mitad de la sala. En fin, todo es como me lo imaginaba. Entro a mi cuarto para acomodar mis maletas. Las paredes son azules y la cama es de seda. Me pregunto cuánto habrá pagado Simon por si quiera una luz. Jamás en mi vida creí que podría vivir así.
Después de haber tomado una ducha rápida me pongo una campera negra y un capri azul. Subo al último piso, que vendría a ser el piso doce y al abrirse las puertas observo una maravilla misma. Hay cientas de guitarras colgadas en las paredes rojas de la entrada. El piso está dividido en catorce habitaciones en las que se encuentran los estudios, salas de relajación, sala de práctica vocal y otros. Me topo con Simon en mi recorrido y me dice que me había estado buscando. Me lleva conocer a las personas con las que estaría trabajando este tiempo.
-Son cuatro en total, contándote claro -me sonríe y me lleva a una habitación cerrada.
Al entrar observo cada rostro y uno se me hace familiar, es aquella chica de hace poco. Son dos chicas y un chico. La primera chica tiene el cabello teñido a rojo y los ojos pardos y grandes. Su nombre es Jessie según me la presenta Simon. La segunda es Amy, recién sé su nombre. El chico tiene cabellos castaños y ojos azules parecidos a los míos; se llama Josh. Los saludo con una sonrisa de lejos.
-Bueno, al menos tendré un compañero, eh -se refiere Josh a mí.
-Chicos, ya que ya se conocieron ahora pueden tomarse el día libre. Disfruten lo mas que puedan porque no habrán mas vacaciones -advierte Simon de brazos cruzados.
-Yeh -exclama Jessie entusiasmada-. Yo les puedo enseñar un lugar que les va a encantar.
-¿Eres de por aquí? -pregunta Amy.
-Algo así -dice Jessie sin más y jala del brazo a Amy como una niña pequeña.
-¿Vienen? -nos pregunta ella a Josh y a mí.
-Pues sí -él me de una palmada en el hombro y se adelanta.
-Diviértanse -me dice Simon.
______
Ya debería haber llamado. Juro jamás haberme sentido tan nerviosa. ¿Y si el vuelo falló? Capaz está muerto y yo aquí esperando una estúpida llamada.
-Mierda -murmuro.
Liam que está a mi lado me oye y dice:
-Deja de preocuparte, ya llamará.
-Sí, toda la noche has estado así -me recrimina Harry.
-Hey no te metas; además, ¿tú por qué sigues aquí? -le lanzo.
-Es verdad, Harry. Ahora que me pongo a pensar, has pasado la noche aquí. ¿Con supervisión de quién? -pregunta Liam.
-De Superman. Já -trata de bromear.
-Harry, eres un estúpido -le digo entre risas.
-Pero por eso me quieres -Harry trata de abrazarme y lo detengo al escuchar al celular sonar.
-Aló -contesto y me paro a la ventana. Es Niall. Puedo respirar.
-Hey, perdón que no llamara. He estado algo ocupado.
-¿Quién dice que estaba preocupada porque no llamaras? -digo y Liam y Harry se ríen altamente y a propósito.
-¿Son ellos? -pregunta Niall riendo.
-Son unos ESTÚPIDOS -los miro y río al ver como me imitan.
-¿Todo bien? -pregunta Niall.
-Sí. ¿Cómo es Inglaterra?
-Uf preciosa -exclama y se escuchan voces en la otra línea.
-¿Con quiénes estás? -pregunto.
-¡Holaaaaa! -alguien grita por el teléfono, lo tapo y escucho de vuelta a Niall -. Lo siento, era Josh; uno de mis compañeros.
-¿Son solo chicos? -pregunto.
-Uy, celos -exclama Harry y me acerco a jalarle un rulo.
-No, somos dos chicos y dos chicas. Josh, Jessie, Amy y yo. Estamos en un parque de diversiones, es nuestro último día libre.
-Oh...
Se escucha que llaman a Niall y él me dice:
-Perdón, ya me voy. Los llamo luego, cúidense -corta.
Me quedo parada y desconcertada.
-¿Pasó algo? -pregunta Liam.
-Son los celos -murmura Harry y Liam le codea.
-No, nada -digo, volteo y sonrío-. Vamos, les invito a comer -cojo mi polar.
-Oh si -festeja Harry.
-¿Segura que no pasa nada? -me pregunta Liam cuando Harry sale.
-Sí -le miento por primera vez pero parece no creerme. Me abraza de un brazo y salimos juntos.
ESTÁS LEYENDO
The One Who Makes Me Smile
Фанфик¿Qué dirías si pudieras escribir lo que te puede pasar en un abrir y cerrar de ojos? ¿Estás segura de que vives la realidad o una simple fantasía?