Al terminar de bañarme, seco mi cabello con brusquedad esperando a que se seque por completo con la toalla. Me quedo perpleja al observar a traves de la ventana del cuarto, se observan tantos edificios, tanta gente. Me pongo encima unos jeans, una polera y un par de converse rojas. Al dirigirme al pequeño comedor, el frío penetra mi piel y me cruzo de brazos. Liam está sirviendo algo de sopa caliente en platos de porcelana. Me entrega el mío y se sienta al frente con el suyo.
-Sopla un poco que está caliente -me advierte.
Estoy a la mitad de la sopa cuando decido contarle mis intenciones de salir.
-¿Para qué? -me pregunta.
-Visitar, explorar. Digo, Londres es una gran ciudad -digo moviendo la cuchara para darle un toque de exageración.
-Eso puedes hacerlo otro día, conmigo -levanta su mirada-. Además, es tarde. Cualquier cosa te puede pasar y me sentiría culpable si fuese así.
-Ven conmigo, entonces -insisto algo molesta.
-Me siento un poco mal. Cogería un resfriado si saliera -toma otro sorbo-. Danielle vendrá pasado mañana. Espera hasta entonces.
Termino de tomar mi sopa y me retiro a mi habitación mascullando un "gracias". Al fin tengo una propia, me siento libre de hacer lo que me plazca. No me voy a rendir tan fácilmente, tengo que buscarlo, tengo que verlo. El problema es que no puedo salir sin que Liam lo note. De pronto escucho una puerta cerrarse, es de la habitación de Liam. Echo un vistazo, parece que está descansando. Salgo con cuidado de mi habitación. Hay un silencio rotundo en el cual solo se escuchan mis pasos. Abro la puerta con cuidado, cojo las llaves que por poco olvido y salgo cerrando la puerta muy despacio. Bajo por el elevador y cruzo miradas con el portero. Pues, hace tanto frío que por un momento pienso en volver.
-¡Qué fríoooooo! -exclamo en voz baja, para mí misma.
Cómo desearía tener a Niall, Liam o hasta Harry brindándome abrigo. Harry... Debería llamarlo luego.
Bien, no sé exactamente dónde queda el edificio de Simon. Tengo algunas referencias de algunas personas, espero no perderme. Lo peor es que empieza a nevar. Me cubro con la capucha. He encontrado un enorme edificio, segun un hombre ese es el que busco. Estoy parada al frente de él con los brazos cruzados. A mi izquierda escucho dos chicos riendo a lo lejos. Se están acercando. Uno tiene una gorra que le cubre el cabello, el otro tiene el cabello negro o asi lo veo por la oscuridad. El de gorra se detiene al verme. Logro divisar su rostro entro toda la nieve, es Niall.
-Ve entrando, luego te alcanzo -logro escuchar que le dice al otro.
El otro chico me mira y obedece. Niall se acerca a mí lentamente. Yo no sé qué cara pongo pero él sonríe. Su sonrisa, la extrañaba. Me abraza sin pensarlo dos veces. Se da cuenta de lo helada que estoy y me lleva rápidamente adentro. Subimos no sé cuántos pisos, no me fijé y durante ese tiempo que parecía una eternidad cruzabamos miradas y sonrisas. Llegamos a su departamento, es hermoso. Me hace sentarme en el sillón y al rato me trae una taza de chocolate caliente. Me la tomo toda y se la entrego. Vuelve después de dejar la taza en la mesa y se sienta a mi lado. Mi primera reacción fue alejarme un poco.
-¿Cómo...? ¿Cuándo llegaron? -comienza él-. Liam me había comentado algo...
-Hoy...
-No sabes...
-Niall -le interrumpo -, eres un idiota.
-¿Así me recibes, eh? No has cambiado, _____ -cuando pronuncia mi nombre se me eriza la piel.
Quita unos cabellos de mi rostro y dice:
-No sabes cuánta falta me has hecho.
"Y tú a mí", las palabras se quedaron en mi mente. Niall se acerca más y me alejo con la intención de irme pero él lo malinterpreta como si yo me recostara. Se pone ligeramente sobre mí y primero besa mi cuello, luego mis labios. Me siento incómoda, esto no era lo que me proponía pero lo acepto. No quería soltarlo, quería entregarme a él. "Entregarme", esa palabra sonaba muy comprometedora. Había olvidado lo molesta que estuve con él, mas bien, olvidé la causa. Al acordarme paro y, al darme cuenta, Niall ya se había terminado de quitar la camisa. Sus músculos están ciertamente más marcados que la última vez que lo vi sin camisa. El ambiente se había puesto tan caliente que el frío no lograba penetrarnos.
-¿Qué pasa? -me pregunta Niall entre besos.
Pienso que sonaría estúpido si sigo con rodeos acerca de lo que pasó ese día, por eso decido cambiar mi respuesta:
-No me siento lista.
Se detiene en seco, noto que está transpirando. Sus ojos azules me miran detenidamente y se logra apartar de mí.
-Sí, perdón. No sé en qué estaba pensando... Debe de ser el vodka -admite.
¿Vodka? ¿Niall, bebiendo? Él una vez me confesó que no toleraba las bebidas.
-¿Has tomado? -pregunto desconcertada.
-Eh... algo así. Fue una reunión, tú sabes cómo es una reunión.
No decido hablar más del tema, prefiero dejarlo así. Él se sienta a mi lado, aún sin camisa.
-¿Y Liam?
-En casa -pronuncio "casa" con sarcasmo.
-¿Sabe que estás aquí? Conociéndote... -insinúa.
Sí, él me conoce muy bien.
-Algo así...
No se cuánto tiempo ha pasado y pregunto rápidamente por la hora. Tengo miedo de que sea muy tarde y Liam se haya dado cuenta.
-Diez y media -contesta.
-Por Dios, voy a morir -digo alterada -. Me tengo que ir.
Me paro con la intención de irme y Niall jala de mi brazo.
-¿Crees que te voy a dejar ir sola? -pregunta y me voleto hacia él -. Si te vas quiero llevarte. Ahora que estás acá... me dolería saber que no podemos estar mucho tiempo juntos estando tan cerca. Antes era diferente, claro. Vivías allá, yo acá.
No se qué responder, sus palabras suenan tan convincentes que me hacen ceder. Caminamos por la calle cogidos de la mano, como antes. Nos miramos de reojo como jugando y, cuando coincidimos en las miradas, sonreímos.
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The One Who Makes Me Smile
Fanfic¿Qué dirías si pudieras escribir lo que te puede pasar en un abrir y cerrar de ojos? ¿Estás segura de que vives la realidad o una simple fantasía?