Kittens. /Muke.

21.

Michael's POV.

El agua tibia de la regadera integrada al pequeño baño de la habitación era muy relajante y me hacía sentir menos dolor en el cuerpo, la llave del agua se encontraba ahora cerrada y yo tomaba una toalla para secar cada parte de mi cuerpo, tratando de evitar lastimar más mis raspones. La ropa del hospital era comodamente incomoda; era bueno sentirse fresco pero era extraño sentirse vulnerable y desnudo a la vez ya que no contaba con ropa interior debajo de esta.

Salí del baño cerrando la puerta detrás de mí, y viendo delante de mí, en la cama para ser preciso, a un chico rubio.

-¿Michael? - Preguntó al verme salir del baño

-¿Sí? - Era lo único que podía formular, sentía nervios en mí.

-¿te encuentras bien? - preguntó el rubio revolviendo el poco cabello que salía de su beanie.

-Eso creo. -Contesté serio.

-Me alegro mucho. - Me contestó con una leve sonrisa que provocaba que su pequeño aro de plástico negro se moviera.

-¿puedo preguntarte algo?

-Lo que quieras Mikey. - Dijo con un tono dulce al decir Mikey.

-¿quién eres? - Intenté decirlo con la mayor tranquilidad que podía provocando un largo e incomodo silencio.

El rubio se veía impaciente, triste, e incluso desconcertado, ¿se supone que lo debería conocer? me preguntaba una y otra vez.

El chico se encontraba de pie desde hacía varios instantes.

-¿hablas enserio? -preguntó con un tono apagado.

Luke's POV.

No podía estar pasando algo así, Michael probablemente estuviera bromeando o algo así, pero no era posible, no era lógico y no era algo que él haría, no sin antes reírse. No, me niego a que eso fuera posible.

Quizás se encontraba aturdido por el golpe del carro; sí, eso debía ser, no podía pasar algo tan irreal, no a mí, no podía perder a Michael, no a mi Michael. -las palabras se repetían una y otra vez en su cabeza. Las lágrimas comenzaban a manar de sus mejillas sin siquiera notarlo hasta percatarse del salado sabor de sus labios y la visión borrosa.

Michael. Michael. MICHAEL. -quería gritarle en su cara hasta que él le contestase con un abrazo.

-Clifford. -susurré.

El chico mantuvo silencio, era como ver a Michael pero no viéndolo a él. Era como ver a un espejo empañado; siendo alguien y a su vez; siendo un reflejo borroso.

-Lo siento. -mantuvo un largo silencio. -no te conozco. -dijo alzando en hombros en forma despreocupada.

No, mi mejor amigo, no, no, no, no. Sabía que todo era mi culpa, lo sabía, en cierta forma lo era.

Le sonreí lo mejor que pude antes de dar la vuelta hasta la puerta.

-Lo siento, me confundí de habitación. -Dije tratando de no verme devastado y cerrando la puerta detrás de mí.