Kittens. /Muke.

36.

Author's POV.

Los días habían pasado. Nadie sabía nada de Michael, no había dejado señal alguna desde el día que se suponía que iría a casa de Luke, más no fue. Luke pensó que se trataba de una forma de evitarlo mientras Ashton y Calum seguía preguntándose dónde se encontraría el pelirojo. Día con día Luke se preguntaba qué pasaba con Michael y su presente ausencia, esperando respuesta alguna.

La puerta de la casa del rubio fue golpeada un par de veces hasta que este escuchó los golpes desde se habitación. Tomó un par de jeans y caminó directo hasta la puerta esperando que fueran sus amigos o Michael.

Luke quedó confundido al ver a la persona que se encontraba en su puerta.

-Hola. -saludo el chico en la puerta.

-Hola. -contestó el saludo con una leve confusión. ¿qué hacía un enfermero enfrente de su puerta?

-Soy Summer, Luke ¿no? -pregunto el morocho.

-Sí, ¿en qué puedo ayudarte? -preguntó Luke aun mas confuso que hace algunos segundos.

-Hay un... paciente, -comenzó Summer tratando se sonar profesional.- que está en observación en el hospital y no deja de decir tu nombre. -dijo Summer con un nudo en su garganta. -Michael.

-¿Michael Clifford? ¿ÉL ESTÁ BIEN? -Luke reaccionó preocupado. -¿QUÉ LE PASÓ?

-Sí, y sí, él está bien, -dijo contestando las dos primeras preguntas. -Lo encontramos hace algunos días tirado en la calle con las manos ensangrentadas y una pierna lastimada. -Luke no pudo evitar pensar en que Mitchigan le pudo haber hecho eso, y su rabia comenzaba a crecer. -No, no fue un ataque. -contestó Summer al ver el rostro del rubio.- al parecer él... él lo hizo por si mismo.

-Tengo que ir a verlo. -dijo Luke tomado sus llaves y poniéndose el saco que se encontraba en el sofá.

-Yo te llevo. -Dijo Summer dirigiéndose hasta su carro con un Luke que no la pensó dos veces antes de seguirlo por detrás.


El camino de casa de Luke al hospital fue silencioso, Summer tendía su mirada café en la calle y Luke tenía su azulada mirada en la acera del lado derecho. Summer estacionó el auto y Luke salió disparado hacia adentro del hospital dejando al moreno atrás.

-Vengo a ver a Michael Clifford. -dijo Luke a la señora que se encontraba en turno.

-¿Su nombre? -preguntó la señora con un agrió acento australiano.

-Hemmings, Luke. -contestó Luke.

-454. -contestó la secretaria antes de que Luke emprendiera una carrera hasta las escaleras, subiendo escalón por escalón estando a punto de tropezar más de 3 veces hasta llegar al 4 piso. Caminando a paso rápido viendo detalladamente la numeración de las puertas tomando la perilla de la habitación mencionada y entrando a ella.

Las paredes de la habitación eran de un blanco muerto contrastado con puertas negras y aparatos grises y una cama alta con sabanas blancas de un blanco brillante donde se encontraba un Michael indefenso con varios cables conectados a su pálido cuerpo que hacía juego con las sabanas.

El menor caminó en silencio observando el cuerpo en reposo del mayor; sus ojos aguosos indicaban que el llanto se aproximaba y junto a ellos unos leves sollozos causados por el nudo en la garganta que el chico obtuvo desde que entró a la habitación. Le dolía ver a Michael así, le dolía ver a su mejor amigo en tal estado.

-ave atque vale. -